Toñi Sánchez, emprendimiento más allá de los cincuenta y con vocación social

SARIÑENA.- Un cuarto de los nuevos negocios comienzan por emprendedores de más de 55 años y si bien los jóvenes pueden estar dispuestos a pasar noches en vela mientras trabajan, las personas que han rebasado el medio siglo cuentan con ventajas como un conocimiento más profundo y extenso de experiencia.

Toñi Sánchez Ramos está contenta de haber tomado la decisión de abrir un restaurante en Sariñena. "Resulta muy satisfactorio levantarme cada día e ir a trabajar porque sé lo que es importante: mis clientes", explica la hostelera que desde hace años llevaba esta idea en su cabeza: "Cogí el bar de las piscinas y enseguida vi que podía cumplir mi sueño de crear un restaurante".

Con genes emprendedores por parte de todos sus abuelos, ya hace años que abrió un comercio en Sariñena. "Tuve una franquicia con mi hermana y después abrí una tienda de moda, pero por mis embarazos y enfermedades de mis padres tuve que cerrar", lo que no le hizo parar y siguió trabajando en la cafetería del instituto y en el bar de las piscinas municipales. "Siempre me ha gustado estar de cara al público".

Esta empresaria ha transformado su pasión en una realidad. "Para los que sueñan en convertir su afición o disposición en una forma de vida, siendo su propio jefe, un trabajo como emprendedora es una buena solución", indica. Estima que el emprendimiento es una realidad que no solo corresponde a las últimas generaciones y, si bien ha de dar forma a las que le siguen, "con intención de no perder de vista el beneficio de quien lo crea, habría que pensar en el servicio que se ofrece, y más si estás en el ámbito rural". Explica que el planteamiento de crear una idea de negocio es relevante. "La ejecución es vital, y la dirección y control son cruciales, pero lo más importante es trabajar firmemente convencidos de que la idea no es seguir los pasos de nadie, el camino hacia el éxito es uno mismo".

Con esta actitud ha creado el Restaurante Bar Piscinas en la capital monegrina, un espacio diferente desde todos los puntos de vista "y que está teniendo mucho éxito. En un mes que lleva abierto hay lista de espera para comidas o cenas de grupo, menú diario, especialidades en arroces de todo tipo, además de tapas y almuerzos", indica de este proyecto que daba comienzo hace dos años. "He tenido apoyo por parte del ayuntamiento, tanto del anterior como del actual y mi intención es crear puestos de trabajo", aunque ya tiene contratada a una pinche de cocina y en los veranos, como responsable del bar de las piscinas municipales, contrata a más de cinco personas.

Para crear un ambiente acogedor y agradable, Toñi contactó con una decoradora "que me ofreció la posibilidad de dar al local un aspecto diferente, dinámico y muy actual", y así surgió la colaboración con Down Huesca y con Isabel Pirla, decoradora profesional junto al restaurador monegrino, Antonio Puyol y otros formadores que llevan a cabo una labor didáctica con chicos y chicas de Down Huesca. "Creando objetos decorativos hacemos ambientes artísticos en espacios públicos, como es el caso del Restaurante Bar Piscinas de Sariñena", manifiesta sobre este taller que posee un equipo creativo asombroso, en el que interactúan talentos absolutamente diferentes con cerebros serenos y experimentados de creativos y diseñadores profesionales. Una gran oportunidad para crear un espacio excepcional permitiendo disponer de un gran número de ideas y nuevos modos de ver las cosas.

La Asociación Down Huesca y Toñi Sánchez muestran su satisfacción por esta colaboración que avala el buen trabajo de este programa a través del cual las personas con discapacidad y un monitor de apoyo realizan tareas artísticas que ya están creando marca y tendencia.