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LOS MONEGROS - TRIBUNALES

Piden 11 años de cárcel por una puñalada que “por un centímetro” no fue mortal

El acusado niega los hechos y dice no acordarse de nada por el alcohol y drogas que tomó

Piden 11 años de cárcel por una puñalada que “por un centímetro” no fue mortal
Piden 11 años de cárcel por una puñalada que “por un centímetro” no fue mortal
R.G.

HUESCA.- El acusado de intentar matar con una puñalada a un hombre durante las fiestas de Sariñena de 2018 ha negado este martes haber apuñalado a la víctima en el abdomen y ha dicho no recordar nada de lo sucedido por el alcohol y la droga que había consumido, ocho cubatas, cervezas, un gramo de cocaína y tres o cuatro rayas de speed.

La víctima, las tres personas con las que estaba acompañada y los agentes de la Guardia Civil que intervinieron en los hechos han señalado al procesado como el autor de un apuñalamiento que no fue fatal por "menos de un centímetro" y que ha dejado a la víctima con secuelas físicas de por vida y también psicológicas.

Las partes elevaron a definitivas sus peticiones iniciales con mínimos cambios. La acusación, ejercida por María Flores, se ha adherido a las tesis de la Fiscalía y ha pedido once años de cárcel: nueve por la tentativa de homicidio y dos por las amenazas de muerte del acusado hacia la entonces mujer de la víctima.

La única modificación ha sido por el agravamiento de las secuelas, confirmado por un informe forense, y ha elevado así la petición de indemnización de 36.500 a 81.231 euros. En ese empeoramiento se cuentan el trastorno neurótico por el estrés postraumático (el apuñalado se ha vuelto desconfiado y no puede andar con alguien detrás suyo por la noche, según declaró) y los trastornos funcionales. En la operación en el Hospital San Jorge tras la agresión se le extirparon 40 centímetros de intestino para que no muriera, pero ahora tiene de por vida una limitación dietética estricta y tratamiento farmacológico diario.

Por la defensa, el abogado Fernando Sarasa ha planteado cuatro escenarios subsidiarios en este orden: absolución por un delito de lesiones con armas peligrosas o alevosía; dos años y medio de cárcel por tentativa de homicidio rebajada en dos grados; tres años y medio por lesiones con instrumento peligroso y alevosía, o cinco años por tentativa de homicidio con la rebaja en un grado y la absolución de las amenazas.

La defensa ha pedido para todos estos supuestos la atenuante de estar bajo los efectos del alcohol y las drogas, y ha aportado un informe forense que también acreditaba el consumo crónico de anfetaminas del acusado, en prisión provisional desde los hechos.

"CONOZCO LA LEY Y MAÑANA ESTARÉ EN LA CALLE"

Los hechos ocurrieron sobre las seis y media de la mañana del 1 de septiembre de 2018, fuera del pabellón donde había una verbena por las fiestas de Sariñena.

El acusado ha afirmado que no se acordaba por el alcohol y la droga que había tomado, pero ha agregado que el suceso comenzó cuando el apuñalado sin mediar discusión, le insultó, le tiró un cubata y le agredió. Sin embargo, el informe médico solo constata una llaga en el interior de la boca y, además, anterior a los hechos porque ya estaba cicatrizando.

Lo siguiente que recuerda el acusado es que estaba en el cuartel de la Guardia Civil "sin saber qué había pasado".

El encausado sí ha admitido que llevaba una navaja -que tras la agresión fue encontrada por la Guardia Civil en su bolsillo junto a restos orgánicos y fluidos- pero apuntó que la portaba por su trabajo en el campo.

La víctima ha explicado que se cruzó con el acusado, al que no conocía de nada, e hizo el gesto de quitarle el sombrero a modo de "broma en un ambiente de fiestas". La respuesta del encausado fue darle un navajazo "a traición total" del que se enteró cuando sus amigos le dijeron que estaba sangrando. "Pensé que iba a morir", ha recordado. Ha negado, como las tres personas que le acompañaban, que hubiera habido insultos o provocaciones.

Su entonces mujer y la otra pareja con la que iba han relatado que todo ocurrió en segundos tras una conversación, que no discusión, entre ambos. Los tres han identificado al acusado como el autor de la cuchillada. La exmujer ha agregado que el encausado, tras el navajazo, le dijo "si os pillo, os mato", y se besó la mano.

Por una reyerta anterior y totalmente ajena a estos hechos, la Guardia Civil se encontraba en el lugar y pudo atender a la víctima a los pocos segundos, una casualidad que le salvó la vida porque las heridas no podían esperar "por riesgo de muerte". Los agentes lo trasladaron en el coche patrulla al centro de salud y de allí al Hospital San Jorge para ser operado.

Han explicado que confiscaron la navaja "con restos orgánicos y fluidos" y que el acusado no parecía estar borracho. El detenido incluso ha dicho que "conocía la ley por una denuncia anterior por violencia de género -de la que fue absuelto- y que al día siguiente estaría en la calle".