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COSAS DE CASA

La historia de la Virgen de Loreto de Sariñena

La capilla está ubicada en la plaza Mezín y la santa imagen llegó al templo en el año 1550

Imagen de la santa.
Imagen de la santa.
M.B.

La capilla de la Virgen de Loreto está ubicada en la plaza Mezín de Sariñena y es José María Plaza, director de la revista Quio, quien relata su historia, basándose en la descripción que hace de esta imagen el padre Roque Alberto Faci en su obra Aragón, Reino de Cristo y Dote de María Santísima, editado en Zaragoza en 1739.

“La antigua villa de Sariñena fue liberada de la tiranía mahometana por el rey Alfonso I de Aragón. Poblaron la gente noble, cuya demostración han sido los sujetos insignes en letras y armas que han ilustrado a esta su patria, y de quien hace memoria Lanuza para que se conserve en ella su antiguo esplendor”, con esta introducción continúa reproduciendo que “en su convento de San Francisco, que lo poseían desde el año 1567 los padres observantes, quedó después de la reforma el M. R. P.M. Pico, confesor que había sido del señor emperador Carlos V”, destacando como “estando en Roma el padre Pico recibió de manos del Pontífice una devotísima imagen de la Nuestra Señora de Loreto, y queriendo enriquecer con tan soberano retrato a su patria Sariñena y a su convento, dejó aquí la santa imagen en 1550”.

La citada imagen no está en la iglesia principal del convento, “sino en una ermita muy capaz dentro del distrito de la misma casa. Es una fundación del mismo padre Pico. Es singular la devoción que tiene la villa de Sariñena y tanta, que se tiene por cristiano allí (como suele decir el fervor devoto), el que la visita con mucha frecuencia”, señalando que, “son muchos los milagros que ha obrado como lo explican las muchas presentallas que se veían pendientes en su capilla. Es la imagen de pino y tiene en alto un palmo y está colocada en cristal con mucha decencia”. En necesidades de agua se llevaban la imagen bajo el dosel a la iglesia parroquial de la villa y allí día y noche asistían a su culto y veneración “dos racioneros, dos religiosos de San Francisco y dos del Gobierno de la villa para que su alabanza sea perenne. Cuantas veces ha sido venerada en estas ocasiones han recibido los devotos el beneficio que pedían”.

De aquí fue fundada la cofradía bajo la invocación de Nuestra Señora de Loreto y celebran su festividad con mucha devoción en la Dominica Infraoctava de la Natividad de Nuestra Señora. “Hay concedidas a esta ermita singulares indulgencias y privilegios. Sus bulas se conservan en el Archivo de la Provincia. De ellas consta ser altar privilegiado por concesión de Gregorio XIII el 18 de septiembre de 1584 para que nueve sacerdotes de aquel convento en todos los días del año logren tan singular indulgencia”, narra Plaza, agregando como “Paulo III concedió cien días de indulgencia a todos los que confesados y comulgados que visitaban esta ermita en los días de los Santos Inocentes, San Antón, San Blas, Anunciación de Nuestra Señora y Lunes Primero de Cuaresma. El dicho Padre Pico hizo tan célebre la ermita, que puso reservado el Santísimo Sacramento en ella y fundó la Cofradía de la Minerva, como consta en su bula que después confirmó Julio III a instancia de la villa de Sariñena como así también consta en la bula”, haciéndose la fiesta y procesión de Minerva todos los domingos terceros de mes con mucha solemnidad.

“En esta capilla canta el convento todos los sábados del año la Salve con la antífona Tota Pulchra en gloria de la Purísima Concepción”, transcribe el director de la revista Quio. Al igual que Plaza escribió sobre la ermita de Santiago, “acudir a este libro pone sobre la mesa unas cuantas cuestiones que hasta ahora estaban sin aclarar”, manifestando que, por su parte, puede decir que, “ yo creía que la imagen de Loreto la había recibido Fray Domingo del Pico de manos del emperador Carlos V, e incluso, tenía entendido que era de un metal noble. Por el contrario y tal y como dice el texto era una imagen de madera de pequeño tamaño y fue un obsequio del Sumo Pontífice”.

Otra es el nombre del fraile que trajo la imagen a Sariñena. En el texto no se aclara el nombre aunque la M antes del apellido sugiere el nombre de Miguel. “Así se cita a Miguel Rico como el franciscano que trajo la imagen tanto en la Enciclopedia Aragonesa como en la Voz Sariñena de la obra de Zapater ‘Aragón pueblo a pueblo’. Si buscamos no encontraremos a ningún franciscano con ese nombre, pero sí a Domingo del Pico, confesor de Carlos V. En el libro escrito por Fray Joseph Antonio Hebrera publicado en Zaragoza en 1703, en el Libro I, pagina 122, párrafo 328 dice que: el Padre Fray Domingo del Pico fue predicador del señor emperador Carlos V, y le estimó mucho por su mucha religiosidad, y doctrina profundísima. Deseó el emperador llevarlo consigo a la Jornada de Alemania, y se excusó por su cansada ancianidad, como escribe el canónigo Blasco de Lanuza en sus ‘Anales eclesiásticos del Reino de Aragón’”, aclara Plaza.

Juan Álvarez Anoro en los años cuarenta, y recopilado por Manuel Antonio Corvinos que lo publicó en la revista Quio, dice: “El convento de San Francisco sufrió algunas transformaciones según su destino; sin embargo, la capilla permaneció inalterable. En el atrio a ambos lados existía sillería similar a la de la iglesia parroquial de El Salvador. A esta capilla eran llevados los difuntos de la villa una vez celebrados los funerales corpore insepulto en procesión con la cruz alzada, y aquí se cantaba el ultimo responso y a continuación el traslado al cementerio”.

Corvinos también explica que, la venerada imagen así como el retablo, la sillería y demás objetos existentes, fueron destruidos en la Guerra Civil. Finalizada la contienda, el edificio fue derruido debido a sus no muy buenas condiciones de solidez y el solar resultante pasó a ser una plaza. En el resto del solar del convento se edificó el colegio de las hijas de San Vicente de Paúl”.

Cabe destacar que cuando Plaza investiga sobre la Virgen de Loreto, “encuentro un apunte de Colunga, una villa de Asturias en el partido judicial de Villaviciosa, por lo que si la primera imagen de la Virgen de Loreto que hubo en Sariñena la trajo fray Domingo del Pico, la imagen de Colunga estaba inspirada en la imagen que portaba Joseph de Miso un náufrago italiano que arribó a Colunga en 1630 y la renovada imagen de la Virgen de Loreto, fue una donación de la familia Lueje, costando dos mil cuatrocientas pesetas de las del año 1940. Fue realizada en escayola policromada por los talleres de don Feliciano Ruiz, de Vitoria… y ahora viene la sorpresa: la imagen es idéntica a la que tenemos en Sariñena”.