Inmaculada Val: “Siempre he sido una mujer que ha superado toda clase de obstáculos”

El 8 de marzo de 2023, Día Internacional de la Mujer y día que se hace entrega del premio Gabardera en la Comarca de Los Monegros, Inmaculada Val fue premiada con este galardón por su trayectoria profesional y humana. Recogió el premio en manos de Pilar Alegría, ministra de Educación y Formación Profesional, ante más de 600 personas llegadas desde distintas localidades de la Comarca, junto a Ana Belén González, presidenta de la Coordinadora de Asociaciones de Mujeres de Los Monegros, y la vicepresidenta de la Diputación Provincial de Huesca, Elisa Sancho.

Vivió hasta los 18 años en Valsalada, ¿Por qué motivo acabó viviendo en Lanaja?

—Tenía una tía en Lanaja y aquí conocí a Rafa con el que me casé y tuve a mi hijo a los 19 años, y ya hace más de cuarenta que estoy viviendo en Los Monegros, cuarenta años trabajando y formando mi familia, empezando mi aventura empresarial en el año 1998 con un supermercado de frutas, verduras y carnicería.

Una vez que abre este comercio decide con su esposo dar un paso adelante más.

—Fue en el año 2000 cuando decidimos comprar nuestro propio local y obrador. Mi marido elaboraba chorizos, salchichas y longaniza, y contábamos con la ayuda de un navarro que nos guiaba en la labor de hacer bolas, morcillas, butifarra, que en Valsalada eran tortetas y también con las vecinas de Lanaja, que nos iban orientando sobre los gustos de esta zona. Además solicitamos una ayuda al Leader Monegros que nos concedió el empujón que necesitábamos.

La empresa fue creciendo poco a poco, generando empleo, ¿cómo fue la puesta en marcha de esta trayectoria empresarial?

—Algo dura, trabajamos mucho, el chico navarro nos puso en contacto con el supervisor de DIA y a partir de ese momento, nos lanzamos. Ahora mantenemos dos tiendas con siete trabajadores en Lanaja y la de Sariñena con dos trabajadores.

Ser Gabardera es ser muy monegrina, ¿qué siente por Los Monegros?

—Soy monegrina desde que llegué a Lanaja y la gente siempre se ha portado muy buen conmigo. Mi conexión con los vecinas y vecinos es total. Además siempre digo que uno mismo se tiene que valorar, tiene que hacerse valer, y si te lo reconocen… me parece estupendo, un orgullo. He trabajado desde que soy joven y siempre he sido una mujer que ha superado toda clase de obstáculos. Cuando abrimos el negocio éramos conscientes de que el ámbito rural es muy duro y que si el pueblo no responde, no hay nada que hacer.

¿Qué sintió al comunicarle que va a ser la Gabardera 2023?

—Sentí una gran satisfacción personal, mezclada con ilusión por este reconocimiento, que para mí es muy grande. Por mi trabajo nunca había asistido a este evento. Me lo propusieron desde la asociación, a pesar de que ellas ya saben que no me gusta el protagonismo, que me siento incomoda, pero allí, ante tanta gente, me quedé muy relajada. No me había preparado nada y dije lo que me salió del corazón.

Y llegó 2020, con pandemia incluida, ¿cómo superasteis esa temporada?

—Activamos un servicio a domicilio para llegar a todos aquellos que nos solicitaban nuestros productos, pero, sobre todo, ayudando a los más vulnerables, personas mayores e incluso a familias más desfavorecidas que atravesaron, como tristemente sabemos, situaciones económicas muy complicadas. Aquellos meses no teníamos ni horarios ni festivos, y en muchos casos, ni siquiera cobrábamos.

¿Qué es para usted el bienestar laboral?

—En el entorno laboral pasamos una parte importante de nuestro tiempo, lo único en la vida que no se puede recuperar, y acaba ejerciendo una influencia en nuestro estado emocional. Por tanto, nuestra forma de trabajar es segura a nivel física y emocional y, además, nos permite conciliar ofreciendo un equilibrio entre la vida personal y laboral. Es importante porque mejora la satisfacción de los empleados, la productividad y la rentabilidad de la empresa. Además, puede mejorar la capacidad de la empresa para atraer y satisfacer a los empleados comprometidos, como son los que aquí trabajan.