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CELEBRACIÓN

Prudencio es centenario rodeado de los suyos

Valiente, trabajador, paciente y amable, vive en Orillena desde 1966

La familia de Prudencio Mata Arasanz le acompaña en el día de su 100 cumpleaños.
La familia de Prudencio Mata Arasanz le acompaña en el día de su 100 cumpleaños.
M.B.

Es cierto que la esperanza de vida ha ido escalando, ser centenario es cada vez menos excepcional y a este paso pronto lo extraordinario será el nacimiento de un niño, pero el cumpleaños de un siglo de vida de Prudencio Mata Arasanz en Orillena es un gran acontecimiento.

Prudencio fue uno de los primeros colonos que llegó a Orillena desde Bárcabo, era el año 1966, “nos tocó en el sorteo el lote y la casa, empezamos de cero, en la montaña teníamos cerdos y vacas y aquí combinábamos el trabajo de la tierra y los animales con el trabajo en empresas de regadíos”, rememora el señor Mata de aquellos duros años que apenas había un colegio para los niños.

“No teníamos coche ni nada, tuvimos dos hijos, Prudencio y Luis, el primero ya ha fallecido y me ayudaba mucho”, explica el protagonista, cuya infancia también fue muy dura. “Mi padre murió cuando tenía 14 años, en la guerra civil y al ser el mayor de cuatro hermanos tuve que asumir la responsabilidad de todos”.

Un hombre valiente, muy trabajador y que como destacan en su ayuntamiento, “paciente, bondadoso, cariñoso, siempre con gesto amable, preocupado por los demás y orgullosos por el trabajo bien hecho”, remarcan sus vecinos.

En la actualidad disfruta de su familia, de su hijo, sus seis nietos y mueve bisnietos que se desviven por su bienestar y Prudencio con su buena salud, “ni siquiera he cogido el covid”, está entusiasmado con haber superado el siglo de vida.