Valeriano Labara: "Soy un apasionado de los estudios históricos, heráldicos y nobiliarios"

La vida de Valeriano Labara, natural de Candasnos, ha transcurrido entre la enseñanza y su gran afición, la historia y la heráldica, destacando en su trayectoria, además, que durante 30 años fue colaborador de Diario del Altoaragón.

Se ha jubilado “tras 38 años de vida laboral, como maestro de EGB, Profesor de Enseñanza Secundaria y, como catedrático, en la especialidad de Lengua Catalana y Literatura, enseñando en escuelas e institutos de Cataluña y de Madrid”, explica el docente, siendo sus últimos destinos el CEIP Mirasierra de Madrid y el Instituto Leonardo da Vinci, de Sant Cugat del Vallés.

En su desarrollo como alumno, destaca su paso por la Escuela Normal de Maestros de Huesca y las universidades de Zaragoza y Barcelona, habiendo estudiado anteriormente en la escuela Joaquín Costa, de Candasnos, y las universidades laborales de Cheste y Huesca.

Además de profesar en todos los niveles de la enseñanza, Labara posee un currículum paralelo, “resultado de mi pasión por los estudios históricos, genealógicos, heráldicos y nobiliarios, en especial de mi Aragón nativo. Fruto de estos estudios y afición, he conocido ser descendiente de algunas familias infanzonas de Aragón como los Abió de Piracés, los Allué de Asín de Broto, los Azcón de Liri, los Soldevilla de Graus, los Cascaro de Alquézar, los Pes de Panticosa, los Guillén de la misma población, los Viu y los Pascual de Torla, etc. Igualmente, he sabido que soy pariente y descendiente colateral de personajes como don Antonio de Allué y Sesé, Patriarca de las Indias y confesor de Fernando VII y otras reales personas”, explica.

También ha documentado sus enlaces genealógicos con figuras relevantes a escala nacional, “como Alejandro Oliván Borruel, ministro de la Corona, Luis López Allué, escritor, o Manuela Sancho Bonafonte, heroína de los Sitios de Zaragoza en 1808, así como con los Condes de Coello de Portugal, entre otros”, detalla.

Igualmente, se sabe descendiente colateral de personajes como don Antonio de Allué y Sesé, patriarca de las Indias y confesor de Fernando VII y otras reales personas.

Valeriano Labara, junto a su esposa María Isabel Tirado Ortega, diplomada en Ciencias Empresariales y trabajadora autónoma de contabilidad y asesoría fiscal, ha formado una familia con sus hijos Joan Labara Tirado, graduado (2022) en Biomedicina por la Universidad de York (Reino Unido), estudiante de un máster en Microbiología en Aberdeen (Escocia), y María Labara Tirado, estudiante de Farmacología en la Universidad de Nottingham, ambos formados previamente en España.

Los miembros de la familia Labara-Tirado -explica Valeriano-, “pertenecemos a la Real Hermandad San Juan de la Peña, con sede en aquel Real Monasterio, y con calidades de Caballero y Dama, en el caso de Joan y María adquiridas en reciente investidura tras haber sido infantes de la Hermandad desde su ingreso en 2011. Tanto la Hermandad como, en sí mismo, el Monasterio, sintetizan los afanes históricos, culturales, sociales y espirituales de toda la familia Labara, de manera bien representativa. Dichos Real Hermandad y Sitio gozan del Real patrocinio y patronazgo de Su Majestad don Felipe VI, heredero y descendiente de los Reyes de Aragón, que fueron sus fundadores e impulsores en el pasado, como hoy lo es la Real Hermandad”, dice el progenitor.

Desde el año 2000, Valeriano Labara pertenece a la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía (RAMHG), como Correspondiente en Huesca. Una de las realizaciones de Labara, en este sentido, fue la creación de los símbolos municipales (escudo, bandera y sellos) de Candasnos, su pueblo natal y el de Carlos Pueyo Mariñoso, artista que se encargó con maestría de su realización plástica. En 2022, recibió la Medalla de Plata que, por méritos al servicio público, otorga la Comunidad de Madrid.

El linaje de los Labara, detalla Valeriano, “es oriundo de Candasnos (Huesca). Como cabeza que soy de su segmento de linaje, adopto las que son sus armas: Escudo partido de gules y de oro. Brochante, sobre la partición, una estrella de ocho puntas, realzada y jironada, de gules y oro. Al timbre, casco de caballero con burelete y lambrequines”, destaca, y “trae por cimera un león, de oro, armado y lampasado de gules, con estrella de ocho puntas, realzada y jironada, de gules y oro, en la garra diestra. Por lema, “Razón, Tesón y Corazón”, armas heráldicas que simbolizan lo eterno y celestial de la estrella, que es también un símbolo mariano por excelencia, así como la guía y norte de conducta que, metafóricamente, representa cualquier lucero. El oro y el gules son los esmaltes más relevantes de los símbolos nacionales de Aragón y de España”, como ahora lo son de estos Labara de Aragón, concluye.