Patricia Coronas: “Hago la reverencia a todos los que llevan una sonrisa en la cara”

Genio y figura. ¿Se identifica?

—Si por genio y figura se entiende ser fiel a uno mismo, sí, me identifico.

¿A quién le daría el premio nacional de gastronomía altoaragonesa?

—A mi madre, por los cabritos de mis primos que cocina.

Dice Howard Gardner que no hay buen profesional que sea mala persona. ¿No conocen a alguno para contradecirle?

—Sin duda claro que los habrá, no voy a decir ningún nombre porque está muy feo señalar.

¿Por quién doblan las campanas? (un recuerdo en positivo)

—Por mis abuelas y, en especial, por mi tía Conchita

¿A quién le haría usted sin dudarlo la reverencia?

—A todos los que llevan una sonrisa en la cara, a pesar de lo que llevan dentro en ese día.

¿La hipocresía cotiza al alza o a la baja?

—Creo que es como la mentira, que tiene las piernas cortas.

¿Poderoso caballero es don dinero?

—Si que es poderoso caballero don dinero, pero no hay que confundir ser rico con ser afortunado. Se puede ser muy afortunado y no tener un duro.

¿Digital o analógico?

—Soy analógica a muerte, analógica siempre.

¿Es PSI (Persona Sobradamente Informada)?

—No creo que sea una persona sobradamente informada, pero si soy una persona sobradamente interesada, con mucha curiosidad.

¿A palabras necias, oídos sordos, la otra mejilla o mamporro –dialéctico-?

—A palabras necias, sin dudarlo, oídos muy sordos.

¿Quién es para usted un galáctico en su admiración?

—Todas las buenas personas, en especial mi madre, mi padre, mi hermano, mi familia y mi novio.

¿Guasapear conecta o aísla?

—Ayuda a desquedar porque antes decías “quedamos a las 6 el martes” y había que ir, pero ahora como tienes el WhatsApp puedes desquedar cuarenta veces.

¿Con quién una foto para la posteridad?

—Con la gente a la que admiro y quiero, con Lina Morgan, Gracita Morales, con Luca, con mi sobrina Lucía…

Si los Reyes de Aragón levantaran la cabeza y vieran el panorama (mundial), ¿retornarían a su reposo eterno a la velocidad del rayo?

—Los reyes de Aragón y los reyes en general, por mí que sigan reposando y durmiendo. Dormiditos creo que están mejor.

¿Creen en el humor los monegrinos?

—Los monegrinos llevamos mucho humor dentro y mucha rapidez, el humor socarrón y el reírnos de nosotros es algo que llevamos de serie.

¿Qué es lo que más le gusta de Monegros?

—Su gente, su carácter y la luz de sus atardeceres.

¿Qué es lo mejor de su faceta profesional?

—Poder ver la cara de la gente cuando disfruta conmigo.

¿Cuándo se dio cuenta de que se podía ganar la vida haciendo reír?

—Cuando empezaron a contratarme diferentes compañías en Zaragoza y ver que mis jefes, que tenían 50 años, no vivían mal. Entonces pensé: ¿Por qué no podía hacerlo yo también?

¿El humor se debe tomar en serio?

—Me lo tomo muy en serio, para hacer reír hay que formarse, trabajar mucho y darle muchas vueltas para que parezca algo sencillo, liviano y divertido.

¿Qué hace reír a Patricia?

—La gente espontánea, la que se deja ver y cuando alguien se cae, si no se hace mucha pupa, me da mucha risa, y los pedos también.

¿Qué le hace ponerse muy seria?

—Las guerras, el machismo, el fascismo, la hipocresía, la gente rica cuando engaña con el dinero o los políticos.

¿Para desarrollar una actividad como la suya hay que tener creatividad a raudales?

—Creo que sí o al menos cultivar las ganas de inventar, ilustrar el imaginario personal de cada uno y divertirte con lo que haces, para poder divertir a los demás.

¿Qué le motivó a convertirse en una profesional?

—Pues que lo que hago me llenaba mucho, no tanto el bolsillo, pero sí mi ser, y me gustaba mucho.

¿Qué tipo de público le gusta más y por qué?

—Para todo tipo de personas. Organizo espectáculos para todos los públicos, para la infancia me gusta mucho. Los abuelos y abuelas me enamoran muchísimo, y los adolescentes son un reto que también me apasiona.

¿Qué tipo de humor utiliza en sus espectáculos?

—Depende del público, puede ser un humor más blanco, más bufón, me gusta abarcar todo ese abanico, desde lo más naif hasta lo más mordaz