La petición de los vecinos para retirar la línea continua de la carretera A-1214 entre Grañén y Robres ha sido escuchada por el Departamento de Fomento, Vivienda, Movilidad y Logística del Gobierno de Aragón que, en el último mes, ha rectificado la señalización horizontal aplicando una línea discontinua.

Las quejas de los vecinos de Frula, Robres y Montesusín llegaron a partir del 10 de noviembre, una vez concluyeron las obras para la mejora del firme y de la visibilidad, además del ensanche de la vía.

A su término, quedó una línea continua extendida por seis kilómetros en los cuales solo se podía adelantar en un 13 % del trayecto que recorre desde el acceso a Grañén hasta la intersección hacia Montesusín y Frula.

Asimismo, el tramo es una zona de alto tránsito de vehículos agrícolas que, tras las obras, llegó a sufrir “largas colas de hasta 20 vehículos detrás de un tractor”, sostiene Joaquín Monesma, alcalde de Almuniente, que transmitió las quejas de los vecinos a Servando García, subdirector provincial de Carreteras en el Gobierno de Aragón.

García se desplazó a la zona para valorar la reciente actuación y establecer en un estudio con una posible solución. Tras ello, en cuestión de cuatro semanas, la señalización ha sido corregida y ahora la carretera permite adelantar en un 44 % del firme.

“Además, el mantenimiento de la línea continua en los tramos en los que no se puede adelantar es razonable, ya sea porque hay una curva o un cambio de rasante”, señala Monesma.

La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) llevó a cabo las obras en 2023 y, para el próximo mes de enero, la Diputación Provincial de Huesca (DPH) acelera los trámites que permitan seguir ejecutando mejoras en el firme desde el cruce entre Montesusín y Frula hasta Robres y así, adecuar los pasos alternativos a vehículos de las explotaciones ganaderas y agrícolas.