Fina Faura Aragón lleva más de 25 años en Sariñena y, aunque puede que llegara sin avisar, de la mano de su esposo, Pedro Budios, desde 1998 ha conquistado el pueblo. Es una de esas mujeres valientes, que desde pequeña ha luchado por amanecer cada día con una sonrisa, cargando su mirada de coraje, repleta de fuerza que hace ver como la vida puede ser dura pero que merece la pena vivirla.

Nació en Zaragoza. “Mi infancia tuvo como escenario el barrio de Torrero, junto a mi padre que era zapatero remendón”, explica la protagonista, que en la famosa academia Kühnel aprendió contabilidad, mecanografía y taquigrafía. “En taquigrafía sacaba sobresaliente y eso hizo que me ofrecieran un trabajo de profesora, pero del que nunca tuve noticia porque mis padres no me lo dijeron”. También narra que las monjas la querían llevar a misiones, pero en esos años, Fina estaba en Francia. “Me fui a Lyon para pasar 15 días en casa de mi prima, y me quedé un año, volví con la maleta llena de dinero y hablando un perfecto francés, además soy quiromasajista”.

Pronto conoció a su primer marido, con el que tuvo 5 hijos. “Me casé con 23 años y me separé a los 42, y a los 45 años conocí a Pedro”. Recuerda que fue en Salou. “No salía nunca de casa y mis hijos me animaron a ir con una amiga, en mi primera salida lo conocí y desde la segunda ya nunca nos hemos separado”.

De la mano de Pedro Budios llegó a Sariñena. “Nos ofrecieron la consejería del Casino, que estaba hecho un desastre, lo limpiamos, remodelamos y le dimos el esplendor que se merecía, y celebramos nuestra boda en la Sala de Arcos”.

En la actualidad ha vuelto a coger las riendas del Casino. “Con la junta estamos dándole vida, rehabilitando todo, desde el escenario hasta la barra del bar, pintando, cambiando cortinajes y volviendo a realizar actividades tan esenciales para Sariñena como los eventos de Nochevieja, San Valentín… con orquestas, cenas, ornamentando junto a empresas de aquí, como el restaurante Monegros o Floristería Canales”.

Desde que llegó a Sariñena, Fina se ha hecho querer, nunca ha parado de exprimir sus fuerzas y sus ganas de vivir, impregnando a todos aquellos que la rodean. Ha sabido construir la luz en cada dificultad, en cada tormenta. “Con los demás miembros de la junta del Casino hemos hecho la transición del mismo al Ayuntamiento, la verdad es que para mí es como otro de mis hijos y no puedo consentir que desaparezca, por ello nos esforzamos en dinamizarlo, que tenga vida propia, que vuelvan todos sus socios a disfrutar en fiestas, en talleres diversos que organizamos y que vuelva a ser una asociación muy viva”.

Ahora es abuela de 13 nietos y ha alcanzado la categoría de bisabuela, y cada vez crecen más sus cualidades y su capacidad de resurgir y de sacar toda la fuerza interna y su potencial para ir siempre hacia adelante, porque Fina Faura es una mujer con decisión, con una fortaleza insuperable, una mujer resolutiva que actúa con decisión, rapidez y determinación. Allá donde se presente un contratiempo, siempre está Fina con la suficiente claridad mental como para saber que, si hay un problema, hay una solución.