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ALTOARAGÓN AGROALIMENTARIO

Proyecto para revalorizar las huertas en Castelflorite

La iniciativa 'Las Güertetas" difunde los beneficios de la práctica agraria desde hace ya una década

Espacio del proyecto ‘Las Güertetas’, en Castelflorite.
Espacio del proyecto ‘Las Güertetas’, en Castelflorite.
M. B.

Ellas son Gloria Mur y Cristina Loscertales, dos mujeres que viven en Castelflorite y hace poco más de 10 años comenzaron su proyecto. “En verano de 2013, estábamos tomando un café cuando nos empezaron a decir que podíamos montar un huerto y pensamos que era una gran idea”, y lo primero que se les ocurrió fue la denominación

‘Las Güertetas’ es un nombre que las define, en un espacio donde trasciende su aportación en labores productivas y de cuidado, contribuyendo con los conocimientos de sus vecinos y familiares a las prácticas agrícolas y ancestrales, y la conservación de la biodiversidad.

“Trabajar en el huerto puede ser una actividad relajante y terapéutica, que nos ayuda a reducir el estrés y mejorar tu bienestar emocional”, aseguran Gloria y Cristina.
“Trabajar en el huerto puede ser una actividad relajante y terapéutica, que nos ayuda a reducir el estrés y mejorar tu bienestar emocional”, aseguran Gloria y Cristina.
M. B.

Gloria es sociosanitaria y Cristina agricultora y trabaja en el Ayuntamiento de Castelflorite como administrativa a tiempo parcial, por lo que se dedican tanto a actividades agrícolas y no agrícolas, y tienen un rol fundamental en la gestión de los recursos naturales que producen en sus huertos, así como en el procesamiento y conservación de alimentos. Además, diversifican y garantizan la seguridad alimentaria, la nutrición y el bienestar de sus familias y de su pueblo.

“Empezamos con muchas ganas e ilusión, tuvimos y tenemos a varios colaboradores que nos ayudan mucho para hacer posible nuestro sueño, montar ‘Las Güertetas’ y dar comienzo a cultivar productos muy ricos, muy saludables y de los que disponemos durante todo el año”, explican. Destacan que en sus huertos tienen “una conexión más cercana con la naturaleza y una forma de alimentación de manera saludable y sostenible. Además de proporcionar alimentos frescos y libres de pesticidas, tener un huerto también tiene numerosos beneficios para el medio ambiente y la biodiversidad”.

Cristina Locertales y Gloria Mur, junto al huerto.
Cristina Locertales y Gloria Mur, junto al huerto.
M. B.

Desde la plantación del plantero hasta la recogida de sus tomates, sandías, melones, calabacines, berenjenas, pimientos y demás hortalizas, disfrutan de largas horas que, como ellas definen, “nos encanta, relaja y sociabilizamos con los demás hortelanos. Es como una forma de huertos sociales, un espacio que, además de producir, se reproduce vida y comunidad”, explican al unísono. Estos huertos les permiten cultivar una dieta muy variada, de gran calidad y nutritiva, “a la par que esa fuente de alimentos frescos y locales, reducen la dependencia de los alimentos importados”, detallan, además de haber “aprendido muchos conocimientos agrícolas”.

Para las Güertetas de Castelflorite esta conexión con la naturaleza les hace disfrutar de la satisfacción de cultivar sus propios alimentos. “Trabajar en el huerto puede ser una actividad relajante y terapéutica, que nos ayuda a reducir el estrés y mejorar tu bienestar emocional”, además de otros beneficios como, “la contribución a la biodiversidad. Estamos proporcionando una hábitat seguro y diverso para insectos polinizadores, aves y otros animales pequeños. Esto ayuda a mantener el equilibrio ecológico y promueve la conservación de la biodiversidad en tu entorno”, indican. Asimismo, eligen las plantas y semillas que desean cultivar: “Optamos por variedades locales y resistentes que se adapten a las condiciones de nuestra zona que adquirimos en viveros o tiendas especializadas que siempre nos asesoran”.

El riego no es un problema. “Es por goteo programado, por lo que gastamos muy poca agua. Hacemos un mantenimiento de grifos, mangueras o herramientas, y es en verano cuando más horas estamos, pero compensan con creces, puesto que gestionamos toda la producción congelando, haciendo conserva, comidas en grupo y regalando a nuestros amigos y familiares que se asombran del sabor tan natural de nuestros productos”, concluyen.