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DE CERCA

Araceli Martínez Carrillo: “Exprimo todo, soy muy exigente en lo mío y en el trabajo más”

Araceli Carrillo.
Araceli Carrillo.
M. B.

La actual propietaria de la Abadía de Los Templarios de Sariñena es una persona familiar, cercana, tenaz, activa, valiente, que tiene una gran capacidad de ponerse en el lugar de la otra persona. Una gran mujer que sabe muy bien que la vida le puede cambiar en un segundo, que vive el presente para crear un hermoso futuro

¿Cómo se define en una frase?

—Mujer, madre, discreta, trabajadora, emprendedora y muy decidida.

¿Qué es lo que más aprecia en los demás?

—Lo que más aprecio y valoro es la honestidad en todas las personas.

¿Y un defecto que no soporta?

—No puedo con la falta de respeto y de educación.

¿Qué es lo que más disfruta en su tiempo libre?

—Poder pasar tiempo con mi familia, sobre todo con mis hijos y mi marido.

Diga una pasión frustrada...

—La moda, me hubiera gustado estudiar diseño de moda, pero esa frustración ya la he superado.

¿Quiénes son sus grandes héroes o heroínas?

—Mi heroína por excelencia es mi madre.

Si hablamos de política, ¿se mojaría?

—No, porque no me gusta mucho el agua.

Si pudiera rebobinar en su vida. ¿Cambiaría algo?

—Cambiaría muchas cosas, pero me gusta el presente y lucho por ir siempre hacia adelante.

¿Se atrevería a confesar un secreto a nuestros lectores?

—No, porque si lo dijera, ya no sería un secreto.

¿Qué desearía ver en el futuro?

—Ver la cura de muchas enfermedades. Dicen que la salud global va a cambiar el mundo en las próximas décadas… espero que sea cierto.

¿El negocio es la negación del ocio o usted se divierte currando?

—Realmente disfruto con mi trabajo, desde que abro hasta que cierro La Abadía de los Templarios, por ello hace un año me hice cargo de este negocio que fundó mi hermano Julián y donde empezó mi experiencia en la hostelería.

¿Qué es lo que le gusta exprimir hasta la saciedad?

—Exprimo todo, soy muy exigente en lo mío, y en el trabajo más. No lo puedo evitar.

¿Cuál diría que es su lugar preferido de Los Monegros y de Sariñena?

—Los Monegros son distintos, únicos. Me quedo con el Monasterio de La Cartuja de las Fuentes y nuestra Laguna, espacios espectaculares.

¿A qué famoso o famosa le invitaría a tomar una caña sin dudarlo?

—A Dabiz Muñoz, porque es el mejor cocinero del mundo. Me encantaría tener una charla con él.

¿Qué es para usted trabajar en el restaurante La Abadía?

—Lo primero, trabajar en mi pueblo es una gran satisfacción y si a ello sumamos que trabajo en lo que me gusta, el resultado es plena felicidad. Disfruto detrás de la barra, en la cocina, sirviendo a mis clientes. Trabajar en lo que me gusta es una experiencia increíblemente gratificante.

¿Qué es lo que más valora del servicio que ofrece su restaurante?

—Además de nuestros platos, cuidamos mucho la atención al cliente, que se vayan satisfechos y con ganas de volver. También disfruto mucho con el trato con mis clientes y el espacio donde estamos ubicados es de lo mejor de Sariñena.

Diga tres cosas que le hagan feliz.

—Mis hijos, mi marido, mi familia y amigos y amigas, y poder dedicar tiempo para todos ellos, el tener y dedicar tiempo para mi entorno es muy importante para mí.

¿Cómo le han acogido en Sariñena después de doce años fuera?

—Muy bien, me siento muy querida y quiero a Sariñena, es mi pueblo y a pesar de haberme ido unos años, mi deseo era volver aquí, y lo he conseguido.

¿Qué platos destacaría de la carta?

—El bocadillo Santo Grial y la Hamburguesa Abadía, os los recomiendo.

¿Se imagina a sí misma con otra vida diferente siendo alguien totalmente distinta? ¿Qué y quién le hubiera gustado ser?

—No, jamás. Tengo la vida que quiero y siempre he deseado tener.

Diga un sueño que tenga por cumplir.

—Ver a mis hijos felices y mi sueño cumplido.

Si pudiera, ¿qué cambiaría en Los Monegros?

—Las vías de comunicación, necesitamos mejores carreteras, mejores medios de comunicación, no podemos dejar que Los Monegros se quede incomunicado.

Si tuviera que contratar a alguien para atender a sus clientes, ¿qué cualidades buscarían en los candidatos que se presentaran?

—Amabilidad, humildad y pasión por el trabajo.

¿Qué balance hace de su primer año como propietaria de la Abadía de los Templarios?

—Muy positivo. Aquí vienen padres con niños, que corretean y juegan por todo el establecimiento, jóvenes a cenar antes de ir a las Peñas, personas mayores a desayunar y merendar e incluso extranjeros con los que nos vamos entendiendo con nuestro inglés y algo de mímica.