Ribagorza

RIBAGORZA - TEMPORADA MICOLÓGICA

Menos variedad y cantidad de setas en el valle de Benasque

La Asociación Micológica de Cerler califica de "floja y rara" la temporada pero confía en una mejora si llueve

Menos variedad y cantidad de setas en el valle de Benasque
Menos variedad y cantidad de setas en el valle de Benasque
S.E.

GRAUS.- La sequía estival en el valle de Benasque, una de las zonas micológicas más ricas de la comarca, ha hecho que este otoño se vea reducida notablemente tanto la variedad de especies como la cantidad de ejemplares. La Asociación Micológica de Cerler que preside Juantxo Garrido gestiona el Centro de Micología Borda Chuana ubicado en la localidad, que supone un buen observatorio para acercarse a este producto. Garrido calificó esta temporada de "floja y rara", ante la escasez de setas, aunque confió en que mejore en las próximas semanas.

La variedad de bosques del valle de Benasque propicia que surjan multitud de especies. Garrido se refirió a la presencia de abedules, castaños, pinos, fresnos, hayas y muchos otros árboles que posibilitan la aparición de centenares de especies, una diversidad micológica que suele evidenciarse en las Jornadas Micológicas que organiza la Asociación Micológica de Cerler hace 15 años. "Si lo mínimo es que haya unas 300 especies distintas en la exposición que hacemos durante las jornadas con las setas recolectadas, este año se han alcanzado solo 120", precisó para ilustrar lo inusual de esta temporada.

La cantidad también se está viendo afectada por las condiciones meteorológicas del pasado verano en la zona. "Lo normal es que a raíz de las tormentas de agosto, en septiembre salga el fruto, pero es que no ha caído casi nada en todo el verano, se habrán rondado los 15 litros en el valle de Benasque en agosto, a diferencia de la zona baja de Ribagorza, donde cayeron algunas tormentas en la zona de Graus que han hecho que hayan salido muchas setas estas últimas semanas", comentó.

En cualquier caso, confió en que la situación mejore ya que el pasado fin de semana, por ejemplo, se registraron hasta 60 litros en Cerler. "Si no entra el frío y se mantiene la temperatura y la humedad puede que vayan saliendo más setas", comentó Juantxo Garrido, quien constató, sin embargo, que supondría un retraso respecto las fechas normales de mayor índice de recolección de setas.

"De todos los años, lo más normal es que haya más especies a primeros o mediados de septiembre, pero este año no está siendo así", dijo, recordando que las jornadas anuales del colectivo suelen celebrarse durante esas fechas para aprovechar la eclosión micológica en la zona. "En un año normal, aquí hay setas de abril a octubre y la mejor época es septiembre. Ahora tendría que haber champiñones, trompetillas, etcétera, pero hay robellones, boletos y alguna cosita más, poco", detalló. En el valle de Benasque, salen también setas menos suculentas e incluso peligrosas como la amanita panterina (tóxica y mortal), entre otras muchas.

La falta de ejemplares de este otoño hace que haya menos gente por los montes buscando setas. "Solo se ve gente de aquí, aunque los años que hay muchas vienen de Madrid, Valencia o Barcelona", dijo, lamentando "la falta de cultura micológica", en general. "La gente va a lo que va, a buscar el robellón, el rosiñol, los boletos, la muixardina y el muixardón y poco más, solo a buscar para comer, sin ningún ánimo de conocer o investigar. No hay cultura micológica en general y en Aragón en concreto, bastante poca", comentó. Llamó la atención por la falta de consideración hacia las setas, que se destrozan en caso de no arrancarse para comer. "No sé por qué la gente les da patadas o las arranca sin más. Es algo que no hacen con las flores o con las plantas y en cambio, es muy habitual ver que alguien le da una patada a una seta", indicó.

Esta falta de cultura micológica en Aragón suele ponerse de manifiesto en las jornadas micológicas que organiza anualmente el colectivo. "El 90 por ciento de la gente es de fuera porque aquí lo que interesa es la parte gastronómica", aseguró. De ahí que la mayor afluencia de vecinos se dé cuando las jornadas incluyen degustaciones de tapas a base de setas o cursillos de gastronomía con hongos.

En cualquier caso, Garrido cree que poco a poco irá calando la cultura micológica, sobre todo a través de los más pequeños, que suelen tener su espacio en las jornadas. También invitó a los interesados en micología a acercarse al Centro de Micología Borda Chuana, en Cerler, llamando previamente al teléfono 619 765760.