La Puebla de Castro felicita a Fernanda Barragán por su centenario

GRAUS.- La Puebla de Castro rindió un homenaje a Fernanda Barragán Silva por su centenario, reconociendo su vida de entrega, esfuerzo y amor por la familia. Una familia muy unida en torno a ella que la arropó con cariño en este acto organizado por el Ayuntamiento, al que acudieron sus tres hijas y la mayoría de sus 8 nietos y 6 biznietos.

Aunque nacida en Badajoz, en concreto en Medina de las Torres, Fernanda Barragán Silva lleva afincada en la Puebla de Castro desde 1962, adonde se trasladó acompañada de su marido y sus cuatro hijas Carmen, Josefa, Antonia y Pruden, por cuestiones laborales. Tan solo un año después de instalarse su marido, José Antonio Mancera, falleció en un trágico accidente y, en 1971, perdió a su hija Josefa.

Desgracias que afrontó con entereza mientras levantaba a su familia a base de mucho esfuerzo. Los suyos recordaron este sábado en el homenaje que, en su adolescencia, trabajó como niñera en Sevilla y siguió trabajando tras perder a su marido para sacar adelante a sus hijas. Estuvo empleada en varios establecimientos de la Puebla de Castro hasta que en 1970, comenzó como ayudante de cocina en la EFA el Poblado (El Grado).

Pese al duro esfuerzo y la tristeza por las pérdidas, Fernanda encontró siempre fuerzas para disfrutar de la felicidad de los suyos: la boda de Carmen y el nacimiento de sus nietos (José Ramón, Fernando, Carmen, Pili, Fátima y Bea), el matrimonio de Pruden y el nacimiento de sus nietas (Fátima y Verónica).

Todos ellos fueron creciendo "siempre bajo el amor y protección de la abuela Fernanda", explicaban este sábado ellos mismos con cariño, "la que era capaz de cualquier cosa por mantener la unión y la felicidad de todos ellos", añadieron. Siguió allí con la llegada de los bisnietos: José Ramón, Iván, Ari, Joaquín, Sergio y Dani, disfrutando de ellos mientras el alzhéimer se lo ha permitido.

La familia se mostró muy agradecida por el emotivo homenaje, en el que el Ayuntamiento que preside Maite Bardají entregó a Fernanda un retrato a carboncillo y unas flores. Los nietos recordaron su vida y le dirigieron unas sentidas palabras de elogio. "Llevas toda la vida regalándonos tu amor, ofreciéndonos tu sincera sonrisa, dedicándonos esos consejos que tanto valor tienen para nosotros. Déjame recordarte que eres una luchadora, una mujer tenaz capaz de mucho con muy poco, una persona entrañable que siempre tiene palabras de apoyo para el que necesita consuelo. Hospitalaria e incansable, tenaz, has sabido templar las situaciones buscando la armonía. Devota del Cristo del Humilladero, patrón de tu pueblo. Tenerte con nosotros es un regalo que Dios ha puesto en nuestras vidas".