El Centro de la trufa en Graus, clave en el desarrollo del sector

GRAUS.- El impulso de la Diputación Provincial de Huesca y la colaboración y trabajo del sector trufero altoaragonés, de la mano de colectivos como la Asociación de Recolectores y Cultivadores de Trufa de Aragón, ha sido fundamental para consolidar la trufa en la provincia en esta última década. El Centro de Investigación y Experimentación de Truficultura (Ciet) que la DPH tiene en Graus ha sido un elemento dinamizador fundamental del sector, como se evidenció en la charla "on line" impulsada en torno a esta infraestructura en los últimos días.

De forma virtual, el encuentro sirvió para divulgar y dar a conocer el trabajo que se realiza en este centro, puesto en marcha en 2009 y cuya labor ha sido fundamental para el despegue de este producto, como aseguró el presidente de la Comisión de Iniciativas Locales de la Diputación, Roque Vicente. "Todo este trabajo ha supuesto más de 1.500 hectáreas cultivadas de trufa y más de 370 truficultores en la provincia de Huesca, pasando de ser conocida como un recurso forestal a ser un verdadero cultivo que forma parte de explotaciones agrícolas", comentó Vicente.

El diputado incidió en "la colaboración público-privada" como clave del éxito de este cultivo. "Con la colaboración de todos, este cultivo seguirá teniendo resultados para el desarrollo del medio rural", consideró.

El detalle y la explicación técnica de la labor del Ciet, así como el resultado de los trabajos vinculados a la trufa, corrió a cargo de Eva Gómez Molina, técnico en Truficultura del Ciet, y de Sergio Sánchez, investigador del Cita.

En sus intervenciones, en el caso de la técnico apoyadas en audiovisuales, se detalló toda la labor que se realiza en el Ciet, desde el asesoramiento a truficultores, pasando por análisis de planta, de micorrizas, esporas, etcétera.

Por su parte, Sánchez abundó en las investigaciones que acoge el centro, en colaboración con el Cita en torno a temas de especial interés para el sector productor oscense como la gestión de las malas hierbas, los hongos competidores y la mejora de la calidad de la planta de vivero, entre otros.