El ratón Pérez, en Cerler

Dado que está todo el día de viaje de una punta a otra del planeta, el Ratoncito Pérez ha elegido distintos puntos en el mundo para tener un lugar de descanso y poder disfrutar, en este caso, de nuestra provincia. Nadie le ha visto entrar por esta puerta, al igual que ocurre cuando deja sus regalos a cambio de los dientes de leche, pero los niños que pasan por el casco antiguo de Cerler no dudan en dejar detalles y cartas para este entrañable personaje. Ya se ha convertido en un lugar de peregrinaje obligado de las familias que visitan la localidad más alta del Pirineo aragonés. No obstante, no es el único lugar en el que tiene residencia, ya que otros niños dicen que lo han visto rondar por la que tiene en Fraga.