TRADICIONES RELIGIOSAS
Ofrecidos 28 bebés en la fiesta de la Virgen de Torreciudad
Acudieron familias de la zona, de otras provincias y de Bélgica y Luxemburgo
Familias que viven en la zona y otras llegadas de diferentes provincias del resto de España, incluso dos procedentes de Bélgica y Luxemburgo, han ofrecido este domingo a la Virgen de Torreciudad a un total de 28 bebés, con motivo de la celebración de la fiesta de la virgen en el santuario ribagorzano. Del total de bebés ofrecidos, 19 fueron niños y 9 niñas, de diferentes edades, siendo la más pequeña Inés, una niña madrileña de tan solo 15 días.
La celebración de la fiesta de la Virgen de Torreciudad tuvo lugar el domingo posterior a la festividad de la Asunción de María. Este año, estuvo presidida por el obispo de la Diócesis de Barbastro-Monzón, Ángel Pérez Pueyo, que concelebró la eucaristía con sus vicarios Ángel Noguero, José Mairal y Francisco Cabrero, además del vicario del Opus Dei en España, Ignacio Barrera, y el rector de Torreciudad, Ángel Lasheras, entre otros sacerdotes.
A los actos asistieron las alcaldesas de El Grado y La Puebla de Castro, Mari Carmen Obis y Maite Bardají, respectivamente; la concejala de El Grado María José Olivera; la teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barbastro, Pilar Abad; el alcalde de Castejón del Puente y vicepresidente de la Comarca del Somontano, Antonio Comps; y el presidente de la Comarca de Ribagorza, Roque Vicente.
En el tradicional ofrecimiento de niños a la Virgen participaron familias de la zona y otras que veranean en los alrededores de Torreciudad, originarias de Madrid, Barcelona, Valencia, Navarra, Sevilla, Zaragoza, Tarragona y Alicante, así como dos de Bélgica y Luxemburgo, destacaron fuentes del santuario en un comunicado.
La misa estuvo cantada por la Coral Barbitanya de Barbastro, dirigida por Paloma Manau. En su homilía, José Mairal recordó su infancia y juventud, con su agradecimiento por participar en una “romería que desde tiempo inmemorial tiene lugar, acogiendo a cuantos devotamente participan, venerando e invocando con fe y confianza a Santa María en su advocación de Virgen de Torreciudad”.
Al final, el obispo entonó tres vivas a la Virgen, después de agradecer “vuestra oración, cercanía y afecto, con vuestro impulso al Proyecto Mariano de Evangelización de la diócesis, que habéis visualizado con tantas peregrinaciones”.
Al término de la celebración eucarística, vecinos de los pueblos cercanos llevaron a hombros la imagen peregrina hasta la ermita rezando el rosario. Allí se cantaron los antiguos gozos y ofrecieron diversos productos de la tierra. A continuación, se pesaron los bebés en una cesta de mimbre colocada en uno de los brazos de una antigua báscula. Los padres hicieron el ofrecimiento e igualaron el peso con diversos productos.
En esta ocasión, las ofrendas consistieron en fruta, arroz, aceite, pasta, legumbres, vino, sandías, jamones, hortalizas, lomo de orza, embutido murciano y otros alimentos. Estos productos se distribuyen después entre familias necesitadas de la zona en colaboración con Cáritas Diocesana de Barbastro-Monzón.
Los actos terminaron con el reparto de la caridad, piezas de torta elaborada en el horno de Secastilla, municipio al que pertenece el santuario, y 50 litros de vino elaborado en la pedanía de Ubiergo y servido en porrones, gentileza de Bodegas Obergo.