Ribagorza

TRADICIONES

Respuesta entusiasta a la apertura del dance de espadas a mujeres

Diez de las 14 nuevas incorporaciones son féminas, que se estrenarán en las fiestas de Graus que empiezan el día 12 

Almudena Trell, Alba Nieto, Lotus Engel y Ainhoa Pera.
Almudena Trell, Alba Nieto, Lotus Engel y Ainhoa Pera.
S. E.

Diez de las 14 nuevas incorporaciones al baile de las espadas de Graus para estas próximas fiestas son mujeres, en lo que supone una respuesta entusiasta a la reciente decisión de la junta del Grupo de Dances y Albadas de introducirlas en esta tradición folclórica. El otro baile de los dances grausinos, el de cintas, ya contaba con ocho parejas mixtas. Pasado el ecuador de los ensayos, que comenzaron el pasado 21 de agosto de cara a las Fiestas de Graus -declaradas de Interés Turístico Nacional desde 1973 y que se celebran entre el 12 y el 15 de septiembre- la junta valora “el compromiso” que están demostrado. Al son de la música de los gaiteros, que también les acompañan en los ensayos, el baile de las espadas tiene una estructura que consta de tres fragmentos musicales diferentes, conocidos como La Cardelina, Taninaná y La Culebreta

Lo bailan cinco cuadernas, que suman veinte danzantes y dos repatanes. “Hemos buscado mezclar veteranía con principiantes y querría valorar el compromiso que han tenido siempre desde el primer día bailando incluso con los infantiles si faltaba alguno. Todos los veteranos se han portado genial también y creo que se han adaptado muy bien”, comenta Guillermo Fillat, vicepresidente del Grupo de Dances y Albadas. 

José Ramón Franco, Javi Díaz, Francisco Loste, Pedro Sistac, Julia Vidal, Claudia Sistac, Lucía Aguilar, Almudena Trell, María García, Carla Ferrer, Lotus Engel, Alba Nieto, Irene Isla y Ainhoa Pera son los nuevos danzantes de espadas de este año. El presidente de los danzantes, Antonio Vidal, comenta que puede bailar todo el mundo, lo que no se hace es repetir. “Estamos cuadrando cuadernas y ya se sabe quién baila en qué posición. En espadas hay 44 personas, 22 por día y son todas diferentes, así dejamos bailar a cuanta más gente mejor”. 

El presidente de los danzantes valora el interés de los nuevos danzantes. “Por aprender, sin problemas, no ha costado mucho. Lo que más ha costado cuadrar a la gente han sido las nuevas normas y su aplicación”, apunta. Las nuevas danzantas están ilusionadas con poder bailar las espadas, como Almudena Trell, que había sido danzanta de cintas como algunas de sus compañeras. “Al final, es algo que llevas viendo toda la vida. Había sido danzanta de cintas y es más duro. Nada que ver, más duro el de cintas aunque las espadas tienen lo suyo”, dice contenta con el avance en los ensayos, “son todos los días así que poco a poco vas haciendo”. 

“Lo más difícil es coordinarse con el resto. A mí es lo que más me ha costado”, confiesa Alba Nieto. Cuadrar las posiciones, sin embargo, está facilitando coger soltura, considera Lotus Engel. “Ahora que iremos con nuestra cuaderna, que están cuadradas, será más fácil”, indica. 

Las espadas, que a veces se sustituyen por palos, eran otro de los retos del baile. “La espada es más ergonómica que los palos y no pesan tanto”, considera Engel. Ainhoa Pera “tenía miedo al peso, pero ahora no ha sido tanto el cambio”, indica, contenta también por cómo se van adaptando a coordinar pies y manos, más complejo al principio. 

Ainhoa Pera bailó las cintas “pero de pequeña, la última vez que bailé fue en 2011. Bailábamos de pequeñas y hasta que nos volvía a tocar pensábamos ‘qué mayor seré’”, apunta, ya que la lista de espera para bailar las cintas -el único baile al que hasta ahora podían optar- les hace esperar hasta los 23 o 24 años. 

Las danzantas infantiles fueron las primeras en incorporarse al baile de las espadas en 2019, si bien la decisión en adultos no se ha tomado hasta este año, normalizando una situación que refleja “cómo es la sociedad de hoy en día”, dice el presidente.