Ribagorza

FAUNA SALVAJE

Nace el Plan de Conservación y Protección del Urogallo

El objetivo principal es mejorar la calidad del hábitat e incrementar su acogida

Ejemplar de urogallo en un hábitat del Pirineo aragonés.
Ejemplar de urogallo en un hábitat del Pirineo aragonés.
S. E.

Con el objetivo principal de recuperar una estructura forestal más heterogénea, mejorando la calidad del hábitat e incrementando la capacidad de acogida para el urogallo, el Gobierno de Aragón está desarrollando un Plan de Conservación y Protección del Urogallo que ayer se ha presentado en Benasque. Esta iniciativa, sufragada con fondos europeos Next Generation, contempla mejorar el hábitat de urogallo -cuyo censo ronda los 40 machos en el Pirineo aragonés- en el propio Benasque, Bielsa, Tella-Sin y Hecho-Ansó, estableciendo un corredor desde Navarra a Cataluña que permita unir a las diferentes colonias.

Óscar Schwendtner, ingeniero de montes de Bioma Forestal, ha sido uno de los encargados de explicar este plan en Benasque junto con los técnicos del Gobierno de Aragón Rafael López y Chema Martínez. En el proyecto, han participado también la técnico Lucía Muzás y el APN, Ricardo Jaquet, del Gobierno de Aragón, además de la empresa maderera Gil Forestal.

Recuperar una estructura forestal más heterogénea es la base de este plan que, en el caso del Valle de Benasque, se ha materializado en la zona de Lavert, en las inmediaciones de la estación de esquí de Aramón Cerler. “Lo que se ha visto es que, en los últimos años, se ha ido perdiendo la calidad de hábitat para este ave y para otras especies forestales y lo que se busca es incrementar la capacidad de acogida para el urogallo a través básicamente de la apertura de huecos en el bosque”, ha explicado Schwendtner.

Principalmente, se trata de cortar arbolado para conseguir una estructura forestal más abierta, de manera que la luz llegue hasta el sotobosque y se puedan desarrollar una serie de plantas de gran interés para el urogallo como pueden ser los arándanos. “En el Valle de Benasque, se ha actuado en la zona de Lavert, que es un pinar de repoblación de los años 70 que está bajo la estación de esquí”.

El resultado de las actuaciones permitirá contar con “un hábitat más abierto, más heterogéneo, para que puedan desarrollar su ciclo vital en el sotobosque, teniendo zonas abiertas en las que se reproducirán y se podrán criar una serie de arbustos que facilitarán alimento tanto a los animales adultos como a sus crías, a los pollos”, detalló.

Las actuaciones aseguran que el hábitat quede mejorado un tiempo, “pero lo idóneo sería que estas actuaciones se vayan repitiendo cada cuatro o cinco años, por lo que el Gobierno de Aragón tiene previsto un seguimiento”, ha avanzado Schwendtner.

Paralelamente, el ejecutivo aragonés prepara un estudio genético para afinar en el censo del urogallo. “Los últimos datos, de la Sociedad Española de Ornitología, son bastante pesimistas. Calculan para todo Aragón, para todo el Pirineo aragonés, menos de 40 machos, con el Valle de Benasque como uno de los principales enclaves”.

Las mejoras en el hábitat del urogallo, los pinares de alta montaña, no han tenido contestación social, ya que se explicaron a los grupos conservacionistas. Además, favorecerán a otras especies que conviven con él como el picamaderos negro o pito negro o el mochuelo boreal. “Si abrimos la estructura favoreceremos a estas especies y esperamos tener unos bosques más saludables y más resilientes frente al cambio climático”, concluyó.