Ribagorza

festividades

La amenaza de lluvia no frena los “carricotxes” de Benabarre

En la animada “baixada” han participado una docena de artilugios y 116 personas

Uno de los divertidos “carricotxes” que participaron en el descenso de ayer.
Uno de los divertidos “carricotxes” que participaron en el descenso de ayer.
E. F.

La amenaza de lluvia no ha frenado a los benabarrenses que este domingo han disfrutado de la 41ª “Baixada de Carricotxes” desde el Coll de Laguarres, como siempre, en un animado descenso que se ha saldado sin incidentes. Esta multitudinaria tradición, que ha reunido a una docena de “carricotxes” y a 116 participantes este año, ha coincidido con el último día de los festejos patronales de Benabarre en honor a San Medardo, que se han venido desarrollando con una altísima afluencia desde el pasado jueves.

Los “carricotxes” son artilugios sin motor de fabricación casera que se elaboran sobre un chasis de automóvil con ruedas al que se incorpora un sistema de frenos. Más allá de sus particulares técnicas, lo más importante es la elección de la temática y la elaboración posterior con decoración alusiva. Este año, han destacado de nuevo los atuendos de los ocupantes, siempre acorde con el tema del “carricotxe”. De hecho, los premios que se entregan a la llegada a Benabarre recaen no en los más rápidos, sino en los más originales.

“El Mercat”, Sin placas no hay paraíso, La Sociedad del Montsec, Salvajada al Coll, Súper Medardo, Mario Kars Del Coll, Benabarriwonka, Autopitufo, Bodorriocoche, “Farem Comedia”, El Chiringuito de Pepe y La Coquetrack han sido los “carricotxes” congregados a primera hora de la tarde en el Coll de Laguarres para emprender el sinuoso recorrido de 8 kilómetros hasta Benabarre, adonde han llegado un par de horas después, tras realizar algunas paradas y, como siempre, en medio de un espléndido ambiente.

Tras la llegada de los vehículos y la entrega de premios, los benabarrenses tenían previsto disfrutar de los últimos actos en honor a San Medardo, con una cena de hermandad, la última verbena y la traca. Han terminado así unos festejos más multitudinarios que en años anteriores al coincidir el patrón, San Medardo, en fin de semana.