Sobrarbe

SOBRARBE - TRADICIONES

De Abizanda a Babilonia con el vuelo de un "langosto" para traer pan, aceite y vino

El rito ancestral por el que los vecinos predicen la cosecha a partir de insectos se celebrará el domingo en la ermita de San Victorián

De Abizanda a Babilonia con el vuelo de un "langosto" para traer pan, aceite y vino
De Abizanda a Babilonia con el vuelo de un "langosto" para traer pan, aceite y vino
O.M./ AYUNTAMIENTO ABIZANDA

HUESCA.- Se extiende el mantel blanco sobre la tierra, se dejan las tortas de caridad y los porrones de vino; el cura bendice... y ¡milagro! Aparecen los "langostos" (un tipo de insectos) revoloteando. Nadie sabe de dónde salen, porque antes es imposible verlos, pero aparecen en la romería de los langostos de Abizanda para predecir la cosecha de cereal, aceite y vino. Este domingo se les espera como nunca, ya que la celebración, en la ermita de San Victorián de esta localidad sobrarbense, coincide con la onomástica.

Por primera vez, uno de los "analistas", que interpreta lo que ahí sucede, Javier Labat, es además el alcalde. "No puedo fallar", bromea, aunque realmente se muestra convencido de la predicción es certera y si no "ahí está la maldita hemeroteca", que en este caso sería "bendita" y no tanto por lo religioso sino porque confirma que aciertan. Si bien, puntualiza que en la última ocasión el aceite fue peor de lo augurado, por el calor excesivo que abrasó la floración.

La romería a San Victorián comenzará este domingo a las 12 horas con una misa en la ermita próxima al casco de Abizanda, de forma que algunos vecinos hasta suben a pie. A las 13 horas, se colocará la torta de caridad (de anises) y el vino sobre el mantel y se bendecirá. Este año se ha adelantado, ya que empezaban a las 13:30, casi se les hacía de noche y comían a media tarde, ya que es el día de la fiesta menor y en las casas se celebran comidas familiares, comenta el alcalde.

El reto: predecir con certeza el resultado de la cosecha según el color de los insectos. Si predominan los marrones, habrá una abundante recolección de cereal; si aparecen de color verde, será abundante la cosecha de olivas; y si son de color negro o parduzco, obtendrán mucho vino. Son, por supuesto, los principales cultivos del entorno.

UN RITO ÚNICO Y, AL MISMO TIEMPO, UNIVERSAL

No se conoce ningún lugar en España donde se realice un rito igual, explica el antropólogo Ángel Gari. No existen referencias de cuándo comenzó pero, sin duda, es ancestral. Entronca con creencias que son universales: predicciones hechas a partir de la observación del comportamiento de los animales, que ya se celebraban en civilizaciones antiquísimas como la babilónica. Así lo explica Joaquín Sanmartín, catedrático emérito de Filología Semítica de la Universidad de Barcelona, y miembro en esa misma universidad del Instituto de Estudios del Próximo Oriente Antiguo, que dirigió hasta su jubilación.

¡Empieza el espectáculo! Y así es. Para quienes asisten por primera vez, supone la contemplación de un rito ancestral que desconcierta. La primera sorpresa es que en pocos segundos aparecen insectos revoloteando sobre el mantel. Además, según explica Javier Labat, un año lo hicieron en otro lugar por las obras del acceso a la ermita y no aparecieron, algo que atribuyen al tipo de vegetación de la zona. El mantel tiene su lugar.

La segunda sorpresa para quien no tiene el ojo habituado es la capacidad de los "analistas" del pueblo para distinguir los colores de los insectos. Sin embargo, para el actual alcalde, Javier Labat, que siempre los ha contemplado, no tiene mucho misterio. Además, el pasado año un fotógrafo profesional, Oliver Martín (autor de las imágenes), captó con su cámara el detalle de estos "langostos". Pero, ¿qué es un "langosto"? Son insectos del orden Hemiptera, de la familia Cicadélidas y de la subfamilia Deltocephalinae. Eso sí, no tienen nada que ver con las langostas, que en Sobrarbe también se les denomina "langostos" popularmente.

Joaquín Sanmartín contempló este rito invitado por Ángel Gari y decidió realizar el estudio comparativo. "Lo que más me interesaba era desmontar la idea de que es una cosa única en el mundo, aunque es interesantísima. No hay ningún rito exactamente igual pero sí la idea de adivinación a partir del comportamiento de animales", indica, y pone como ejemplo que el vuelo de los pájaros se ha estudiado en todas las culturas. "Es una variante: emplear la conducta animal en determinadas circunstancias como pauta de predicción de acontecimientos. Es universal y se ha hecho desde que tenemos noticias escritas de la humanidad", resalta.

"Si una oruga se pasa la noche corriendo, la casa será abandonada" o "si una oruga entra por la puerta de una casa, morirá el propietario". Estas son algunas de las predicciones escritas en tablillas de arcilla de la cultura babilónica, que se conservan en el Museo Británico, y que como experto en Filología Semítica sabe interpretar. Son "sabidurías ancestrales", del año 1.700 a. C., que relaciona con el rito de los langostos de Abizanda. Su investigación la recogió en el artículo "Abizanda-Babilonia, ida y vuelta. De viaje por el mundo de los presagios", que se publicó en 2016 en la revista "Temas de antropología aragonesa".

Al margen de su origen, para Abizanda "es una buena promoción. Aunque es una romería de los vecinos, llega bastante gente de fuera por la curiosidad", resalta el alcalde, Javier Labat, y experto predictor.