Sobrarbe

ARQUEOLOGÍA

Estudios confirman vestigios neolíticos en zonas del Pirineo

Aportan información inédita sobre primeras formas de ganadería y gamas de herramientas

Jornadas de excavación en el yacimiento de Coro Trasito, en la ladera sur de la sierra de Tucas.
Jornadas de excavación en el yacimiento de Coro Trasito, en la ladera sur de la sierra de Tucas.
S.E.

Excavaciones arqueológicas han confirmado la presencia plena del Neolítico en regiones del Pirineo. Las investigaciones, realizadas por el Grupo de Arqueología de la Alta Montaña de la UAB y el CSIC acreditan la presencia de agricultura junto con ganadería diversificada y culminan una nueva campaña de excavación en el yacimiento de Coro Trasito, la cueva redil excavada a mayor altitud de la Península Ibérica

Situada en el término de Tella (municipio de Tella-Sin) a 1.548 metros de altitud en la ladera sur de la sierra de Tucas, el yacimiento consiste en una cavidad de grandes dimensiones que alberga indicios de la estabulación de ganado a lo largo de diferentes épocas: moderna, la edad del Bronce (datadas entre 1430-1280 antes de nuestra era) y del Neolítico antiguo.

El yacimiento es objeto de estudio desde el año 2011 bajo la dirección de los arqueólogos Javier Rey (arqueólogo del departamento de Educación Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón), Ignacio Clemente (Institució Milà i Fontanals – CSIC) y Ermengol Gassiot (Departamento de Prehistoria, UAB).

Los vestigios neolíticos son los que actualmente centran la atención de los arqueólogos/as. Consisten en los restos generados por la estabulación de ganado en el interior de la cueva entre el 5300 y el 4450 antes de nuestra era, durante el Neolítico antiguo, en una sucesión de estratos que cubre más de un metro de espesor. Junto a ellos se documentan también indicios de almacenamiento de alimentos en pequeños silos excavados en el suelo.

Los resultados tienen un alto valor científico. Por una parte, aportan información inédita sobre las primeras formas de ganadería en el alto Pirineo, que se fundamentaban en rebaños mixtos de ovicápridos, bóvidos y suidos. Este hecho contrasta con las formas ganaderas tradicionales imperantes a finales del s. XIX e inicios del s. XX, con cabañas esencialmente de ganado ovino.

Otro aspecto relevante de la investigación es el amplio abanico de actividades que realizaron en el yacimiento sus pobladores durante el Neolítico: manufacturaron cerámica así como una amplia gama de herramientas líticas de hueso y madera; procesaron lácteos, además de carne del ganado consumieron alimentos procedentes de la caza, de la recolección de un amplio espectro de frutos y trabajaron minerales para elaborar pigmentos.