Sobrarbe

GENTE DE AQUÍ

Philip y Elaine Rawe; “Cruzamos la frontera y Sobrarbe nos pareció algo increíble, nos enamoró”

Él era ingeniero mecánico y ella trabajaba en una empresa de joyería cuando dejaron Inglaterra

Elaine y Philip Rawe en Guaso.
Elaine y Philip Rawe en Guaso.
N. C.

CONOCIERON EL PIRINEO oscense hace cuarenta años, en los primeros 80, y cuando estos finalizaban, vieron la casita de sus sueños en Guaso, y la compraron. Son Philip y Elaine Rawe. Con ellos, muchos vecinos de Huesca han aprendido inglés.

Philip nació en Birmingham y Elaine en Stratford-upon-Avon, a escasos doscientos metros de la casa natal de Shakespeare. “Nos conocimos en los años 60 y nos casamos en 1970, así que llevamos 52 años casados. Elaine estaba de residente en Manchester y yo trabajaba con su hermano y estudiando en la Universidad; abrieron un club de rugbi y allí nos conocimos”.

Él comenzó a trabajar “de ingeniero mecánico en una empresa de 250 personas en plantilla” y ella, que es filóloga (italiano, francés, español y portugués), “trabajaba en una empresa de joyería, compraba diamantes y piedras preciosas”.

“A mi mujer le gustaba mucho el parque y por eso elegimos Huesca”

Su relación con el Alto Aragón viene de los primeros años 80. “Nos gustaba mucho la montaña e hicimos vacaciones en el Pirineo. Lo primero que vimos fue el Midi d’Oseau, cruzamos la frontera y... Sobrarbe: Torla, Ordesa, Monte Perdido... Nos encantó, nos parecía algo increíble, nos enamoró”, dicen Philip y Elaine.

Con los años fueron fraguando la idea de comprarse una casa en Sobrarbe, aunque primero se fijaron en un pueblo del Somontano, que ellos preferían a la serpenteante carretera de Alquézar a Aínsa. “Fuimos a Colungo, donde había una casa que nos gustaba, pero era muy grande y no tenía terreno alrededor”. Miraron en Torla, “pero no había una casa con jardín y espacio para un huerto, o eran casas demasiado grandes”.

“El vecino de Sobrarbe es realista, abierto, muy amable…”

Vacaciones en el Pirineo de Huesca y vuelta al trabajo en Inglaterra, hasta que “después de leer y ver muchas cosas de Sobrarbe, decidimos buscar una casa en Aínsa. A mi me gusta pescar y a los dos, andar e ir por la montaña. Habíamos hecho algo de escalada en Gales y Dolomitas, pero Elaine prefería andar y pasear y en Sobrarbe, se puede andar bastante (risas), y hay paisajes muy diferentes dentro de la misma comarca”.

Y fue en 1989 cuando encontraron la casa que buscaban, en Guaso. “Vi esta casa con su chimenea desde la carretera y dije: esta es mi casa”, explica Elaine. “Había que restaurarla, y no había agua ni luz. La restauramos y aquí vivimos desde el 93, hace casi 30 años”. Hasta que se jubilaron, los fines de semana, festivos, vacaciones, y desde que dejaron de trabajar en 2020, de forma permanente, “aunque bajamos a menudo a Huesca”.

“Cuando llegamos a Guaso la gente mayor estuvo increíble”

“La idea -explican- era dar clases particulares de inglés en Aínsa, pero no había trabajo suficiente y en 1991 nos fuimos a Huesca”.

¿Por qué eligieron Huesca? “A mi mujer -dice Philip- le gustaba mucho el parque y por eso elegimos esta ciudad, que además no es muy grande y conoces rápidamente a la gente, y la verdad es que hemos hecho muy buenos amigos en Huesca”. Sus primeros contactos fuera de las clases fueron en La Habana y La Estrella, dos bares clásicos del casco viejo de la ciudad. “Entonces -añaden- no había muchos ingleses en Huesca, ahora hay un montón. Fuimos de los primeros y había mucho trabajo”.

“Nos llamaron Felipe y Elena enseguida”

Sobre las vecinos de Guaso, dicen: “Son gente muy maja, sobre todo la gente mayor, que estuvieron increíbles cuando llegamos a casa”. Bajar del coche “y Pepe Salamón padre nos recibe con un saco de patatas y un saco de tomates, fue un detalle muy guapo”. Y subrayan que, “en general, el vecino de Sobrarbe es realista, abierto, muy amable… Puede que al principio sean un poco distantes, pero después de hablar un poco… Enseguida nos llamaron Felipe y Elena” (risas). Y de Guaso resalta que “desde los años 90 este pueblo ha cambiado mucho, hay nuevos vecinos y la juventud participa mucho en todo y en parte es gracias a Antonio Lanau, que une a toda la gente”.

Han sido años de caminar mucho por la zona. “Plana Canal nos gusta muchísimo; y Sestrales, Mondoto con raquetas en invierno y el barranco de Ena. Además, nos encantan los pájaros y Sobrarbe es uno de los mejores sitios de Europa para la ornitología. Pero hemos perdido la trucha y otros animales autóctonos”. Él practica la pesca con devolución en el coto de Bielsa.

Desde que abrieron la casa de Guaso dicen que ven con preocupación “que el tiempo es muy diferente. Al llegar, pasamos frío, siempre había temperaturas bajo cero, pero en los últimos años, nada de frío. Por la carretera de Colungo se veía hielo, y ahora nunca. En los 90 había tormentas y llovía, ahora, de repente muchos rayos y truenos pero poca agua. El cambio climático es muy preocupante para todo”.

Y también ha cambiado mucho Inglaterra. “Con el brexit todo ha cambiado allí y la verdad es que nuestros padres murieron en los años 90 y desde la covid, no hemos vuelto”. Además, sus familiares y amigos ingleses, “prefieren venir aquí”.

Eligieron el Pirineo oscense “por el clima, el paisaje, las casas, todo nos gustó”, pero treinta y tantos años después dicen que “ los amigos son lo más importante”. Y no se olvidan de la gastronomía, aunque Elena prefiere un buen plato de borrajas a una torteta. Es vegetariana y ya vio años atrás un par de matacías. “Yo como de todo”, dice entre risas Felipe.