Escuela de Pastoreo La Estiva: "A los dragones sin pelo son a los que más hay que temer 

La Escuela de Pastoreo La Estiva, son sede en la localidad sobrarbense de San Juan de Plan, es un ejemplo de cómo desde el territorio se “lucha” contra “dragones” que amenazan una actividad económica, la de la ganadería extensiva, que ha sido fundamental en los valles pirenaicos para la supervivencia de sus habitantes y que ha dibujado y moldeado un paisaje que sería muy diferente si el ganado no hubiera pastado en sus montes y laderas.

Diez son los alumnos (3 mujeres y 7 hombres) que forman parte de la que será la segunda promoción de pastores de La Estiva, que en estos momentos están en plena formación de mano de los ganaderos/tutores y los tres profesores del centro: Asunción Ballarín, Zacarías Fievet y Roberto Serrano.

Serrano, a la vez alcalde de San Juan de Plan, considera que la Escuela La Estiva, desde “su modesta postura”, es una herramienta que apoya esa lucha y viene a cubrir un vacío en la formación de este oficio para que haya relevo generacional y para “dignificarlo”. Añade que la “fortaleza que tenemos es que es un proyecto generado desde el propio territorio y el propio sector”.

A su juicio, “la ganadería extensiva no está bien situada en los caminos por los que van hoy los mercados globales” y no tiene “la consideración” de antaño. “Con una sociedad tan industrializada, hemos perdido la referencia de que la ganadería, el sector primario, es fundamental”, lamenta, lo que a su juicio ha colocado a la ganadería en extensivo “en un punto muy débil”. Cuando se le pregunta por los “dragones” con los que tiene que lidiar el sector y si el lobo y el oso son sus principales amenazas, no duda en señalar que “a los dragones a los que no se les ve el pelo son a los que más hay que temer”, aludiendo a esa pérdida de reconocimiento de la ganadería. En este sentido, abunda en que junto al lobo y al oso, “hay otro dragón que no lo ves venir”, y lamenta que la recién estrenada reforma de la PAC “no ha cubierto las expectativas ni necesidades que tenían los ganaderos en extensivo. Todos son dragones, a algunos se les ve el pelo o te lo imaginas y a otros no se lo ves y es difícil prepararse para los que no se lo ves”.

Con motivo del Día de Aragón, Serrano no duda en contestar, a preguntas de este Diario, que San Jorge, seguramente, sería un buen pastor, porque “fue un hombre muy tozudo, que no quiso renunciar nunca a lo que creía... eso sí -añade con humor- igual le vendría bien pasar antes por la Escuela de Pastoreo”.

Considera que “los pastores tienen algo de legendario”, en el sentido de que algunas veces se tiene una imagen bucólica del pastor, pero -opina- “se tiene que hacer un relato nuevo y lo ideal es que el relato lo escriban los propios pastores ”.

Ante esa imagen bucólica del pastor y la celebración del Día del Libro coincidiendo con el Día de San Jorge, invitamos a Roberto Serrano a que recomiende lecturas a los pastores para entretenerse mientras sus rebaños pacen. Su propuesta literaria de clásicos pasa por el “poeta cabrero” Miguel Hernández o los hermanos Bartolomé y Lupercio Argensola, y del momento actual, propone “Hermano Fuego” , un libro que supone un viaje a los trabajos de extinción de incendios forestales de la mano del bombero forestal Raúl Vicente Pérez. Enlaza el tema que aborda este libro con el papel que ha venido desempeñado históricamente la ganadería en extensivo. “El pastoreo y la ganadería en extensivo contribuyen en positivo a prevenir los incendios forestales”, destaca Roberto Serrano, que se muestra orgulloso de ver cómo La Estiva está metida de lleno su segundo curso.