Jánovas se queda sin luz de obra provisional para reconstruir el pueblo

Jánovas se ha vuelto a quedar sin luz. Desde hace casi un mes, los antiguos vecinos y descendientes de la localidad que trabajan para levantar las casas caídas deben hacerlo conectados a un grupo electrógeno, que les “cuesta setenta euros al día” de combustible, ha denunciado este sábado Óscar Espinosa, presidente de la Fundación San Miguel, asociación que aglutina a los promotores de la reconstrucción del pueblo.

Al parecer, Endesa les cortó el pasado 14 de junio el suministro de la luz de obra provisional "sin previo aviso", porque "el Ayuntamiento de Fiscal no solicitó la prórroga del contrato". No obstante, el presidente de la Fundación San Miguel ha confiado en que “el problema se solucionará posiblemente en cuestión de horas”, porque la compañía eléctrica ha manifestado su voluntad de “arreglar la situación lo antes posible”, ha revelado.

Han sido “varias semanas de llamadas y movilizaciones” para volver a tener una luz que tanto tiempo y sacrificio costó a los vecinos y descendientes de Jánovas, ha advertido Espinosa, quien ha dicho estar sorprendido porque Endesa no avisara con antelación de sus intenciones. “No nos dijeron en ningún momento que iban a cortar la luz, lo normal es que avisen, que llamen, que insistan, porque la luz de obra es prorrogable cada año y nosotros llevamos más de tres con este sistema”.

Según el presidente de la Fundación San Miguel, la compañía les “obliga a legalizar la luz”, pero hasta ahora no han estado en disposición de hacerlo porque no habían terminado las obras. “Este año, por fin, sí que vamos a poder legalizarlo porque ya tenemos en torno al noventa por ciento del pueblo urbanizado”, ha indicado. 

Gracias a una subvención que ha llegado a la asociación de 100.000 euros, van a “cablear todo el núcleo para poner la red subterránea de baja tensión y cedérsela a Endesa para que, después, cada vecino pueda contratarla directamente con la compañía”, ha explicado Espinosa.

En la actualidad, Jánovas cuenta con “cuatro casas abiertas”, en una de ellas “vivía una pareja desde hace dos meses de forma continuada, pero con el corte de la luz tuvieron que regresar a su vivienda en Campodarbe”, ha lamentado el presidente de la Fundación San Miguel, quien ha confiado en que antes de que termine el año tenga terminada las obras de su casa en la localidad.

Además, hay otra decena de construcciones en marcha y unos cinco solares en los que se quiere construir, ha avanzado Espinosa, por lo que, si no hay más piedras en el camino, “en muy poco tiempo tendremos entre diez y quince casas en el pueblo”.