Sobrarbe

medio ambiente

Restos de un campamento de marihuana convierten el monte en un vertedero

Las plantaciones fueron desmanteladas en verano y desde entonces permanecen en el terreno todo tipo de desperdicios

Restos de comida y otras basuras del campamento en el que vivían los que cuidaban las plantas.
Restos de comida y otras basuras del campamento en el que vivían los que cuidaban las plantas.
V. A.

Un vertedero en plena naturaleza. Los restos de las plantaciones de marihuana, que fueron desmanteladas el pasado verano por la Guardia Civil en una zona boscosa entre Palo y La Fueva, a escasos kilómetros de Samper de Trillo, llevan desde entonces tirados, sin que nadie se haga cargo de su limpieza.

Al parecer, el problema reside en la dificultad para determinar la propiedad de los terrenos ocupados, ya que, una vez dirimida esta cuestión, serán sus propietarios los que deberán encargarse de retirar la basura, informan fuentes de la Guardia Civil de Huesca.

Una de las parcelas está ubicada en el término municipal de La Fueva, pero el terreno pertenece a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), indica el alcalde, Jesús Solano. La otra podría ser de Palo, aunque desde el Ayuntamiento todavía lo están investigando porque la dificultad de acceder al lugar está retrasando la confirmación de la propiedad, señala la alcaldesa, Begoña Dorado.

Fue un vecino de Samper de Trillo, José Luis del Val, quien denunció la situación cuando un día, después de verano, se topó con el deplorable espectáculo. Lo comunicó a la Guardia Civil, el forestal de la zona y los ayuntamientos cercanos, pero han pasado cinco meses y “nadie ha limpiado nada”, lamenta.

Con el tiempo, los animales salvajes han ido expandiendo las basuras, que ahora se encuentran esparcidas por diferentes campos. Los restos pertenecen al campamento asentado en el terreno para cuidar de las plantaciones, que desmanteló la Guardia Civil el año pasado.

En el terreno permanece la balsa hecha con plásticos que usaban para regar.
En el terreno permanece la balsa hecha con plásticos que usaban para regar.
V. A.

En el operativo detuvieron a catorce personas de nacionalidad albanesa, rumana y moldava que cultivaban marihuana en zonas boscosas próximas a embalses en las comarcas de Sobrarbe y Ribagorza. Varias de esas plantaciones se localizaban en estos terrenos ubicados entre La Fueva y Palo, donde ahora la vegetación convive con desperdicios de todo tipo.

Hay bolsas y botellas de plástico, alimentos envasados, latas, enseres de cocina, ropas, calzado y hasta varias bombones de butano, con el consiguiente impacto medioambiental. La imagen es lamentable, pero, más allá de la estética, el problema reside en el riesgo ecológico, ya que entre los desechos se encuentran cristales que, con el sol del verano, podrían ser la mecha que origine un incendio.

“No me importa quien debe retirarlo, pero puesto que en España hay un Ministerio del Medio Ambiente con infinidad de Delegaciones y personal suficiente para este menester, creo debieran realizar una acción urgente”, denuncia Del Val.

Desde el Ayuntamiento de La Fueva, el alcalde, Jesús Solano, se ha puesto en contacto con la Confederación Hidrográfica del Ebro y le han dicho que van a “iniciar gestiones para ocuparse del problema”. Hasta ahora no se había podido hacer nada porque “había dudas sobre la propiedad de las parcelas”, explica el edil. Por su parte, la alcaldesa de Palo también ha abierto una investigación para determinar la propiedad del terreno, aunque todavía no tienen resultados.