Gran ambiente en Barbastro en una de las mejores ferias de La Candelera

BARBASTRO.- Miles de personas disfrutaron ayer en Barbastro con una de las mejores ediciones de la Feria de la Candelera, que mantiene su prestigio histórico entre las más antiguas de Aragón, con 508 años de tradición desde el privilegio real de Germana de Foix, concedido el 22 de septiembre de 1512. El registro oficial de este domingo fueron 306 feriantes de pago, similar a la última vez que cayó en domingo, sin alcanzar los 325 feriantes que vinieron hace dos años. En la práctica hubo más porque los comercios abrieron sus puertas.

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Cifras aparte, el ambiente fue excepcional, propio de eventos festivos populares, con dos factores favorables, domingo y excelente temperatura (12º), que dejó en entredicho el refranero "si la Candelera plora, el fred és fora". Si hacemos caso, el frío está fuera. El ambiente ferial se vivió hasta las ocho de la tarde sin que hubiera incidencias durante la jornada.

El rito de bendición de candelas y de caretas reunió en la capilla del Santo Cristo, en la Catedral, a numeroso público, al que el vicario Ángel Noguero explicó los orígenes de la festividad religiosa de la Purificación y la simbología de la bendición de candelas que data del siglo IV. A partir de entonces se pide "luz para todas las naciones" y con ese deseo cantaron jotas alusivas el Grupo Tradiciones, dirigido por la académica honorífica Elita Davias, antes del reparto de miles de caretas y de candelas en la plaza del Mercado donde se renovó la costumbre. En el transcurso de la mañana hubo jotas cantadas por la Agrupación Folklórica del Somontano.

Al acto de bendición asistieron Fernando Torres, alcalde de Barbastro; Luis María Beamonte, presidente del Partido Popular en Aragón; concejales, diputados y más público del habitual. En común, el deseo de disfrutar de "una jornada festiva que ha convertido a Barbastro en referencia y lugar de encuentro para celebrar una feria muy atractiva en la que todos tienen cabida. Este año se han mejorado algunos aspectos con recreaciones en la línea de mejoras previstas".

En las calles, la feria se extendió por la plaza Aragón, Coso, calles General Ricardos, San Ramón, Romero, Corona de Aragón, Sol, avenida de los Pirineos, plazas de la Diputación y del Mercado. Especial incidencia hubo en calle Joaquín Costa que se recuperó para la causa comercial de La Candelera y dejó imágenes de los mejores años de la calle Monzón.

El aprovechamiento "integral" del espacio próximo a los Misioneros fue un lugar atractivo para el público y, sobre todo, rentable para los comerciantes del sector, según informaron Nacho Bernad y Mari Carmen Eustaquio, quienes reflejaron los índices de satisfacción.

Belinda Pallás, presidenta del Área de Desarrollo del Ayuntamiento barbastrense, del que depende la organización de ferias, se mostró "muy contenta porque es una jornada para vivir sensaciones, disfrutar del ambiente y recordar una fiesta tradicional".

La recreación histórica, novedad a cargo de Darío Español, despertó interés en la plaza del Mercado donde la reina Germana leyó el decreto real; en el mismo lugar donde Alpargatería Sallán ha vivido "cien candeleras" desde que el abuelo Felipe fundó el establecimiento que continuaron su hija, el nieto Felipe y ahora Ana Barón.

Cerca, la escritora Sandra Araguás firmó libros y contó cuentos. Las "Candeleras", pastas de té elaboradas por Dulces de Barbastro, destacaron entre las novedades de la jornada y no faltó la presencia de la familia Vilas, de Graus, a quienes ya representa Jorge Vilas, cuarta generación de feriantes que mantienen su fidelidad a La Candelera "pase lo que pase y cueste lo que cueste".

Los promotores de la D.O. Aceite Somontano aprovecharon para exponer y vender productos de todas las almazaras de la comarca y se reunirán, de nuevo, el próximo 3 de febrero para presentar de forma oficial los aceites de la campaña, según informó Sergio Ferrer, "de las más flojas por cantidad pero de calidad excelente".