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SOMONTANO - PANDEMIA DEL CORONAVIRUS

Llegan el teletrabajo y las misas virtuales a la Diócesis de Barbastro-Monzón por la crisis sanitaria generada por el coronavirus

En la primera Noche Clara celebrada por WhatsApp participaron 250 feligreses

Llegan el teletrabajo y las misas virtuales a la Diócesis de Barbastro-Monzón por la crisis sanitaria generada por el coronavirus
Llegan el teletrabajo y las misas virtuales a la Diócesis de Barbastro-Monzón por la crisis sanitaria generada por el coronavirus
S.E.

El teletrabajo pastoral se extiende al Obispado de Barbastro-Monzón, que ha creado un "comité de crisis", del que forman parte el prelado, Ángel Pérez, y su vicario general, Ángel Noguero, entre otros. Este comité se encarga de atender los asuntos y se plantean iniciativas sociales en la vida diocesana.

El obispo ha instalado su sede en las dependencias de la Residencia de Sacerdotes del seminario. "No piso la calle ni tampoco he cruzado la puerta de casa desde que regresé de Burgos hace una semana", explica Pérez al Diario del AltoAragón. "Mi lugar de trabajo está en la capilla, donde paso la mayor parte del día entre rezos, oraciones y atender llamadas".

Pérez tiene contacto diario con los arciprestes de Sobrarbe-Ribagorza, Somontano, Cinca Medio-Litera y Bajo Cinca. "A primera hora me pongo en contacto con cada uno para que me informen de la situación en las demarcaciones respectivas, que es de calma hasta ahora".

A continuación "llamo a las cuatro comunidades de vida consagrada que hay en la diócesis y paso casi toda la mañana en la capilla, que es mi despacho", continúa.

Además, atiende "innumerables llamadas y mensajes emotivos", y aplica la misa diaria por todos. Y lo hizo de forma específica por el primer feligrés fallecido en su circunscripción, un anciano de Vencillón que murió esta semana en el Hospital de Barbastro.

"¿Cómo va todo? Estoy rezando por ti y los tuyos. Hazme llegar tus intenciones y se las presentaré al Señor de tu parte. Ángel". El obispo trasladó por redes sociales su intención de rezar por las necesidades de todos y las familias en general. Lo hizo por WhatsApp con una foto en oración en la capilla donde pasa horas del "retiro obligatorio" ocasionado por la crisis del coronavirus.

Ángel Pérez se considera "un obispo muy casero". "Aunque estoy más tiempo fuera que en casa", aclara. Y destaca, entre las experiencias recientes, la primera Noche Clara "virtual", celebrada el pasado viernes, que reunió, en domicilios, a 250 personas enlazadas de forma virtual con familias de otras diócesis por un grupo de WhatsApp.

La iniciativa fue de la Pastoral Juvenil de la diócesis: "Plantearon hacerlo así por la necesidad de esta situación de alarma social y cambiamos la asistencia presencial mensual en la iglesia de las Claras, en Monzón, por vídeo mensaje y exposición del Santísimo desde la capilla del seminario".

Hasta ahora, el obispo está satisfecho de los resultados de la experiencia, que califica de "bonita ante la necesidad", e informa que a corto plazo, se pondrá en marcha un servicio telefónico atendido por dos sacerdotes para "hablar con quienes necesiten consuelo y ánimo en tiempos difíciles". Se facilitarán contactos y correo electrónico, indicó.

En cuanto a la próxima Semana Santa, "se celebrará de manera diferente y facilitaremos los medios audiovisuales para seguirla desde casa", adelantó. Además informó sobre la decisión de celebrar una misa comunitaria cuando termine esta situación de "clausura social tan dura como atípica".