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SOMONTANO - PANDEMIA DE CORONAVIRUS

Antonio Alcántara: "Solo podemos rogar para que pase pronto y mejore la situación"

El claretiano vive la pandemia a 11.500 kilómetros de su familia

Antonio Alcántara: "Solo podemos rogar para que pase pronto y mejore la situación"
Antonio Alcántara: "Solo podemos rogar para que pase pronto y mejore la situación"
S.E.

BARBASTRO.- El religioso Antonio Alcántara ha pasado la cuarentena sin salir de la Casa-Museo de los Mártires Claretianos y ha seguido a 11.500 kilómetros de distancia la situación que vive su familia en Filipinas, donde el coronavirus sobrepasa el umbral de 11.000 casos con 726 muertos, según los datos del pasado lunes. Antonio es el más joven de la comunidad claretiana y desde que llegó a Barbastro, hace tres años, se ha ocupado de diferentes tareas, entre ellas la de delegado en Huesca de la Fundación Promoción Claretiana de Desarrollo impulsada por los Misioneros hace 25 años.

"Vivimos una larga cuarentena sin salir de casa, pero estamos bien de salud, por lo que celebrar la primera misa en Barbastro en el inicio de la Fase 1 de la desescalada, después de más de 50 días, ha sido motivo de mucha alegría porque teníamos ganas de abrir las puertas de la primera iglesia dedicada en el mundo al Corazón de María en el año 1888", señala Antonio. Se mantiene en forma con ejercicios físicos y recorridos por el patio interior y cuando habla con su madre, Lily, que tiene 81 años y reside en Filipinas, "le cuento cómo va nuestra vida en la comunidad, que ya podemos salir a la calle, mientras ellos sufren la pandemia más agudizada por los efectos de la pobreza y la falta de recursos".

La situación a 11.500 km de distancia de Barbastro se ha vivido hasta ahora "con mucho cuidado, sin salir de casa, que es la mejor manera de cuidar a la gente", dice. "Cada vez que hablamos me estimula y da fuerzas para seguir adelante en España".

La vida de la comunidad claretiana, en la que Carlos Latorre es el superior, ha sido muy sencilla para los cinco religiosos: "Cada día celebramos misa y por la tarde, rezos con el denominador común de las víctimas de la pandemia porque en esta situación solo podemos rogar para que pase pronto y se mejore la situación en general".

A partir de la apertura de la iglesia esperan "con ganas" la del Museo de los Mártires Claretianos, que se ha convertido en referencia mundial por la que pasaron 93.000 personas desde su apertura, el 15 de noviembre de 1992. "Las fechas no se saben pero costará porque la gente aún tiene mucho miedo a pesar de que hemos puesto los medios necesarios que marcan las normas sanitarias, al igual que en la iglesia. De cara a la normalidad tenemos mucha esperanza porque es una de las virtudes que han hecho posible la estancia aquí desde hace 150 años", manifiesta.

En concreto desde el 20 de septiembre de 1869. Por tanto, es la segunda pandemia que pasan los Misioneros desde la Gripe Española de 1918 que causó más muertes en un solo año que en cuatro de la Primera Guerra Mundial. A su lado, Germán Llorca manifiesta que "todo lo bueno cuesta y al final hemos abierto la iglesia, casi un acontecimiento de fe por lo que representa para todos. No tener las puertas abiertas supone un esfuerzo añadido que fortalece el espíritu".