CENTENARIO
Sor Catalina, clarisa del monasterio de Monzón, cumple 100 años
El obispo Ángel Pérez celebró la homilía en la celebración religiosa que presidió con el capellán de la congregación y el párroco
“Inteligente, virtuosa, rezadora, abierta y creativa” son las palabras que definen a sor Catalina del Divino Corazón, que este sábado celebró 100 años de vida en el monasterio de las Clarisas, en Monzón, donde ingresó hace 37 años. Del mismo convento llegaron seis religiosas en el año 1995 y en aquellos momentos fue “un regalo providencial” según consta en el historial
El obispo Ángel Pérez definió a la clarisa centenaria en esos términos durante la homilía en la celebración religiosa que presidió con el capellán de la congregación y el párroco. En estos momentos, sor Catalina es la religiosa de más edad en la Diócesis de Barbastro-Monzón donde solo hay dos monasterios con monjas de clausura con el de las Capuchinas en Barbastro. El prelado resaltó que “el cumpleaños de sor Catalina es un verdadero regalo de Dios porque es una monja que supo vivir “sin propio”. La religiosa centenaria que llegó al convento montisonense en 1984 procedente del monasterio salmantino de Cantalapiedra, ha sido maestra de novicias y abadesa.
En el trascurso de su vida, “sor Catalina impulsó de forma sorprendente el culto y la liturgia, también la vivencia del carisma hasta llegar a grandes cimas” según valoró el obispo Ángel. Por su parte, las religiosas mostraron “gratitud hacia quien nos ha enseñado y nos ha mostrado con su ejemplo cómo se es Hermana Pobre de Santa Clara”.
La longevidad natural y los 37 años de vida religiosa de sor Catalina contrastan con sor María Nazaret que el pasado 19 de marzo celebró sus primeros votos como hermana en el mismo monasterio. La fundación del monasterio data del año 1618 cuando llegaron a Monzón cuatro monjas de Lérida a petición del Ayuntamiento y se construyó gracias al legado de Juana de la Torre en su primera ubicación en la plaza de Santo Domingo, La actual está en el Paseo de San Juan Bosco y se inauguró el 17 de septiembre de 1961 tras otras estancias anteriores y el paréntesis de 25 años en Zaragoza donde se trasladaron en 1642 a causa de la guerra.
