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ENTREVISTA

María Dolores Pons de Pablo: "La Virgen de la granada se encuentra entre las figuras más bellas"

La profesora habló en Barbastro sobre la pintura florentina del siglo XV que decora los décimos de Lotería de Navidad

María Dolores Pons de Pablo.
María Dolores Pons de Pablo.
Á.H.

La Virgen de la granada, considerada la mejor obra de Fra Angélico y de la pintura florentina de la primera mitad del siglo XV, que decora los décimos de la Lotería de Navidad, ha inspirado la charla de María Dolores Pons de Pablo, profesora de Historia del Arte, en el Hogar de Mayores del Iass de Barbastro, entre las actividades que marcan el regreso a la normalidad. Pons destaca la elección del motivo: “Es habitual una imagen relacionada con la Navidad, pero en esta ocasión las preferencias son para una de las obras más importantes de la pintura religiosa”.

En este aspecto señala que “la incorporación de la obra a la colección del Museo del Prado que la adquirió por 18 millones al duque de Alba que la tenía desde 1817, refleja la importancia de la operación”. Además, convierte al Museo del Prado en una referencia internacional para el estudio de la obra del maestro florentino Guido di Pietro, fraile dominico conocido como Fra Angélico (1390-1455).

Dolores Pons resaltó que “se encuentra entre las figuras más bellas del autor, forma parte de una serie de Vírgenes con Niño, llamadas Madonnas, que pintó en la década de 1420. Toma su nombre del fruto que sostiene la Virgen y ofrece al Niño una granada de piel amarillenta. El Niño pica los granos del fruto desgajado y abierto que se pintó con gran realismo”.

En la misma línea señaló que “la granada es un tema muy utilizado como motivo decorativo en el s. XV florentino, en pintura y en textiles. Aquí tiene un fuerte simbolismo porque sus granos rojos son una prefiguración de la posterior Pasión de Cristo”.

En cuanto a su composición, dice que “es piramidal, la Virgen aparece sentada y el Niño se apoya en la rodilla izquierda lo que rompe la simetría inicial. A ambos lados, dos ángeles sostienen el paño de honor que protege la espalda de la Virgen. Las figuras aparecen bajo un arco azul estrellado que simula el firmamento. Si bien es una obra del Renacimiento florentino, aún mantiene la tradición gótica de fondos dorados que aparecen sobre estuco en relieve, grabado y punteado para dar mayor juego a las luces y brillos del pan de oro”.

En especial destaca “la calidad escultural de la figura de la Virgen, la caída del manto azul sobre las piernas y la expresión del rostro que es de una belleza excepcional, trabajado con minuciosidad y preciosismo. Es una obra excepcional”. Se refirió a los antecedentes: “La iconografía bizantina como origen de la imagen de la virgen. El icono se venera, sus formas son más codificadas y rígidas. La evolución fue con mayor autonomía en el occidente europeo. El modelo Virgen Theotokos (trono de Dios), sentada con el Niño en el regazo, manto de tradición griega, pintura románica y gótica está muy extendido”. Florencia fue un hervidero de arte “se sucedían los encargos propios en una ciudad roca y culta que floreció gracias a la industria textil y la banca”, señaló Pons de Pablo. “Si además del motivo elegido, toca la Lotería, la dicha será completa”.