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guerra en ucrania

Lena y su familia cambian “el infierno” de Kiev por Adahuesca

Llegaron al pueblo hace 19 días, se alojan en una casa de turismo rural y piensan en regresar a su país cuando sea posible

Lena junto a la barbastrense María Garcés.
Lena junto a la barbastrense María Garcés.
Ángel Huguet

La tranquilidad de Adahuesca sustituye al “ambiente aterrador” que vivieron Lena y su familia cuando huyeron de Kiev en busca de la paz en esta población próxima a Barbastro, en los accesos al Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara. Gracias a la iniciativa de dos hermanos naturales de Adahuesca, residentes en Madrid y Barcelona, con la gestión del barbastrense César Tornés, una familia de cinco personas y el perro, disfrutan de paz y tranquilidad en una vivienda de Turismo Rural puesta a disposición por sus propietarios. Un vecino del pueblo comentó que “han renunciado al alquiler para que esta familia resida en la casa mientras estén en Adahuesca”.

Hace 19 días llegaron al pueblo y Lena está contenta, “nos integramos bien, arropados por los vecinos, estamos seguros y tranquilos tras dejar Kiev de donde salimos en un viaje que pasó por furgonetas, autobuses y trenes hasta llegar a España”. El componente familiar lo forman la abuela de 80 años, su madre, una tía, una prima y ella con el perro, “hemos venido con la intención de regresar a Kiev cuando sea posible, allí dejamos la casa, se quedaron mi hermana y los amigos”.

Se refiere al ambiente en Kiev con tres palabras, mediante traducción de la barbastrense María Garcés, “terrible, aterrador, el infierno”. El cambio ha sido total, “llegamos a través de corredor humanitario gracias a dos vecinos del pueblo que dejan su vivienda. Somos los únicos ucranianos que residimos en Adahuesca pero he bajado a Barbastro. Nos gusta mucho la tranquilidad del pueblo, el trato afable de la gente”.

Lena que ha conocido el Museo Diocesano y nunca había visto las túnicas de cofrades dijo que le parecen “impresionantes”. Respecto al tercer envío de ayuda humanitaria que salió desde Monzón, esta semana, se mostró “agradecida a todos los que nos ayudan”. Se ha puesto en contacto con ucranianos residentes en Barbastro, entre ellos cita a Nina y Slavic, aunque María Garcés colabora en hacerle la estancia “más llevadera”.

De momento, ha sido “el último envío con material recogido entre Barbastro y Monzón y ponemos punto final a la campaña de recogida que ha sido un éxito por la respuesta solidaria de la gente. Si fuera necesario se retomaría aunque esperamos que esté resuelto” informó Slavic, portavoz del colectivo de ucranianos con quienes han trabajado voluntarios unidos por la misma causa, ayuda humanitaria con recogida de material desde inicios de marzo.