Somontano

CENTENARIA

Cándida Zalacaín: "La primera bicicleta que había en el pueblo fue mía y hasta hace poco aún la usaba"

La vecina de Castillazuelo ha cumplido 100 años y se incorpora a la historia local con otros tres precedentes que vivieron más de un siglo

Cándida Zalacaín con Sergio Bestué y Montse Orús.
Cándida Zalacaín con Sergio Bestué y Montse Orús.
Á.H.

Cándida Zalacaín Casasnovas, vecina de Castillazuelo, cumple 100 años y se incorpora a la historia local con los precedentes de Julia Subías, Teresa Barón y Lucía Lacoma que vivieron más de un siglo. Carlos Blecua los cumplirá este lunes en la Residencia “Las Huertas” en Barbastro y los cinco confirman a Castillazuelo entre las localidades más longevas del Somontano con Colungo, en el transcurso de los siglos XX y XXI.

Cándida nació el 11 de abril de 1922, hija única de José y Agustina, sin hijos de su matrimonio con Pedro Capdevall, vive sola en Casa Cándida, en la calle situada cerca del cauce del río Vero, no lejos del puente peatonal que lleva a la Plaza.

En presencia de la sobrina Montse Orús y su hijo Sergio Bestué dice que “eso de cumplir 100 no sienta miaja bien pero doy gracias a Dios porque la familia no me deja sola y llego con salud. Mi primo Manuel me ha ayudado siempre”. Disfruta de una memoria envidiable para recordar su vida en la que ha pedaleado mucho, “la primera bicicleta que hubo en el pueblo fue mía y hasta hace poco aún la usaba. A todas partes iba en bicicleta, a Barbastro en invierno y en verano para aprender corte y confección, durante tres años. En cambio, al castillo nunca he subido porque es una cuesta empinada”.

“Eso de cumplir 100 no sienta miaja bien pero doy gracias a Dios porque la familia no me deja sola y llego con salud”

La clave de llegar a 100 años “es cosa de Dios porque mi padre se murió con 90 años y mi madre con 64 años, en la cocina donde estamos, aunque no estaba reformada como ahora”.

En el transcurso de su vida “he hecho de casi todo porque en esta casa eran gente trabajadora, no de las mejores del pueblo, ni siquiera había fregadera en aquellos años. Al ser hija única, me dieron caprichos, aunque me ha tocado trabajar mucho porque mi marido que era carpintero en Tarrasa falleció enseguida, solo me duró seis años”.

Una de las tareas habituales en su vida era “escoscar almendras en El Pueyo, íbamos tres vecinas con Carmen Puzo y Eugenia Barón cuya madre Lucía falleció en mayo de 2020 con cerca de 109 años. Ahora me lo tomo con calma, hago la comida y hasta hace poco aún salía por el pueblo. A misa voy porque durante 20 años he sido sacristana del párroco Jaime Mozás con quien colaboraba en varias tareas, entre ellas bajaba al Banco la recaudación de las misas pero le dije que la libreta la guardara él”.

La celebración de 100 años será austera. “Como no estará la familia tengo la comida preparada con una bandeja de canalones que trajo mi amiga Nati. ¿Dónde pongo tanta gente si la casa es pequeña? Cocino para mi sola pero no tengo pereza porque me gusta comer y fregar. Me he acostumbrado a vivir así pero no me dejan sola porque cada semana recibo visitas”.

Respecto a la longevidad de Castillazuelo con cinco vecinos centenarios de los que fallecieron tres mujeres, “dicen que es por el agua del río Vero, aunque no estoy segura. De todas maneras, no bebo vino pero conservo los toneles con madre de hace 300 años”, recuerda. Cándida nunca usó mascarilla porque ha sido la primera pandemia en su vida, “hubo una gripe muy fuerte pero no había nacido”, dice.

La familia recuerda a “tía Cándida” con motivo de cumplir 100 años, en especial los primos Manolo, Azucena y Montse “la queremos mucho”.