Somontano

40 ANIVERSARIO DEL ESTATUTO DE ARAGÓN

Mariano Altemir: “En 40 años de autonomía, el traspaso de competencias a Aragón ha sido favorable”

El alcalde de Alquézar recuerda sus comienzos en el ayuntamiento de una localidad que puede presumir hoy de ser un foco de atracción turística

Mariano Altemir
Mariano Altemir
Á.H.

Mariano Altemir entró en la política “por inconsciencia”, pero lleva 32 años de alcalde en Alquézar y pasará a la historia altoaragonesa como uno de los ediles en activo con mayor longevidad en el Somontano. En la distancia del tiempo recuerda que “si llegas a pensar todo lo que hay por delante, es difícil que tomes decisiones en el primer momento. Mi padre me mandó a una reunión vecinal y en mitad de la comida, en casa, preguntó por las conclusiones. Le dije que me iba a presentar para alcalde del pueblo y su respuesta fue rápida ¿estás tonto o qué?... Me dijo que fuera para informarle, no para que tomara decisiones con 24 años”.

“Casi el 70% del pueblo estaba en aspecto ruinoso"

La experiencia llegó un mes después, en mayo era alcalde. “Pero me presenté porque tenía muchas inquietudes por el pueblo, había estado en la asociación cultural, en la comisión de fiestas y otros eventos sociales. Me daba cuenta de que el fenómeno de la despoblación era evidente porque veía muchas veces un tractor con remolque y carga de muebles de vecinos que se iban del pueblo. En casa, pedía explicaciones a mis padres y la respuesta era siempre la misma, otra puerta más que se cierra”, recuerda. En la reunión vecinal, “me posicioné para decir a la gente que había futuro y casi nadie me creía. Otra cosa es que hubiera que trabajar mucho. En el paso de tiempo analicé que mi madre era de Suelves y el pueblo se abandonó. Al bajar a Alquézar tuvo la sensación de que se iba a otro pueblo en similar situación. Me refiero a los años 70 cuando estaba hecho ruina, son de esas cosas que te hacen reflexionar y también de los factores importantes para creer que la situación podía cambiar. No para pensar en un mandato de cuatro años, sino con planteamientos y criterios de futuro”.

En este sentido, “casi el 70% del pueblo estaba en aspecto ruinoso y se tenía que plantear un futuro con la complicidad vecinal. A partir de los primeros ARI (Áreas de Rehabilitación Integral) comenzamos el cambio. No fue nada fácil, en las instituciones no me hacían caso y cuando explicaba el tema, solo conseguía libros sobre el retablo del Pilar, de La Seo y la reforma de la Aljafería. Creo que me escuchaban con cierta pena…. ¡Este zagal qué nos viene a contar!”.

“Se dieron cuenta que valía la pena apostar por el desarrollo de Alquézar y el territorio"

La insistencia reiterada dio resultados, “se dieron cuenta que valía la pena apostar por el desarrollo de Alquézar y el territorio, aunque fue muy difícil. Además, persistía la sensación de que no había futuro. Cambiar las sinergias fue complicado, aunque hubo factores posteriores importantes, el principal fue la llegada de franceses, entre ellos una familia que abrió la fonda y les iba muy bien. Eso abrió los ojos y muchas puertas entre el pueblo”. El efecto fue claro, “la declaración de conjunto histórico permitió nuevas acciones, en 40 años de autonomía, el traspaso de competencias fue muy favorable porque desde el Gobierno central no habría sido posible un plan director de la colegiata. Se hizo con Joaquín Naval y terminó en 2007. Al principio fue complicado, después tres administraciones de gobiernos de Aragón de signo político diferente apostaron por Alquézar. Hemos tenido la gran suerte de puertas abiertas, también en la DPH, porque, de lo contrario, habría sido imposible. La Mancomunidad del Somontano jugó un papel importante en la prestación de servicios”.

La situación actual es muy distinta, “en aquellos años no había ni músculo, ni corazón ni medios para tirar adelante. Hoy generamos riqueza”. Se refiere, también, al dinamismo del párroco José María Cabrero, “su apoyo, empuje y disposición han sido totales desde que llegó al pueblo y extendió su labor pastoral. No todos tienen las cualidades de Cabrero, que no se limita a decir misa, es un agente social de primer nivel. Confesor, amigo y entre los que más empujan desde su labor”.

"Los vecinos han colaborado mucho y el censo ha aumentado un 20%"

En la trayectoria municipal solo un paréntesis de cuatro años (2007-2011), “después de veinte años seguidos muy intensos de estar en el Ayuntamiento y en otras instituciones necesitaba descanso. Nunca he querido ser presidente de la Comarca ni diputado provincial, ya tenía bastantes responsabilidades además de la empresa. El regreso a la política fue posterior para seguir en la brecha. Los vecinos han colaborado mucho y el censo ha aumentado un 20%, hasta 338 habitantes. Sin la complicidad del pueblo no habría sido posible. Ha sido una labor muy sacrificada, Alquézar no es Ronda ni Santillana de Mar, por ejemplo”.

Al final, “la complicidad familiar ha sido decisiva con mis padres (fallecidos), mi mujer Merche y los hijos (María y Pedro). Además, he aprendido de la generosidad y ganas de luchar de alcaldes veteranos como Paván (Pozán de Vero), Carpi (Huerta de Vero) y otros que trabajaron para sacar adelante los pueblos”.