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LA ENTREVISTA

Daniel Grados Saso: "Hay que recuperar la función cardíaca antes que el daño sea irreversible"

Realiza un trabajo que permite identificar a pacientes con mayor riesgo de insuficiencia cardíaca para darles un tratamiento intensivo

Daniel Grados Saso.
Daniel Grados Saso.
Á.H.

La insuficiencia cardíaca es cada más prevalente y afecta a gran número de mayores de 65 años, señala el oscense Daniel Grados Saso, que trabaja en el Hospital de Barbastro, donde participa en un proyecto de investigación europeo para afectados por ese tipo de insuficiencia. La dotación de un aparato de ecocardiografía con tecnología de última generación facilita esa posibilidad, explica el joven investigador cuya tesis doctoral recibió calificación de sobresaliente “Cum Laude” por unanimidad del tribunal en la Universidad de Zaragoza.

Su trabajo, iniciado en el Clínico de Zaragoza, con cursos y estancias en hospitales de Barcelona y Madrid y acreditación oficial de la Sociedad Europea de Cardiología, aporta resultados importantes que permiten la posibilidad de “identificar a los pacientes que se encuentran en situación de mayor riesgo de presentar una descompensación para ofrecerles así un seguimiento más estrecho y un tratamiento más intensivo”, explica. Las conclusiones se basan en 143 pacientes con edad media de 78 años.

“Tenemos datos de que en algunos casos esto abre la puerta a la posibilidad de realizar un diagnóstico temprano de la disfunción cardíaca y permite el tratamiento cardioprotector en una fase precoz de la enfermedad, de tal manera que la función cardíaca se recupere antes de que el daño sea irreversible”.

Añade que “el Hospital dispone de un aparato de ecocardiografía con tecnología de última generación que cuenta con software de cuantificación avanzada y permite un estudio muy completo de la función cardíaca”. Se refiere a la insuficiencia como “una entidad grave que genera importante disminución de calidad de vida de pacientes en relación a descompensaciones que condicionan que tengan que ingresar en el hospital”.

En esta línea, “a día de hoy, con el ecocardiograma podemos obtener gran cantidad de información del corazón de manera no invasiva y es posible estudiar el movimiento del miocardio (músculo cardíaco) durante la contracción y relajación del mismo. Se pueden extraer conclusiones acerca del estado del corazón”. Además, “en la insuficiencia se elevan en sangre ciertas sustancias, los que llamamos biomarcadores, como consecuencia de la sobrecarga del miocardio que ocurre en pacientes”.

El contenido de la tesis doctoral deja hallazgos: “hemos observado que cuando disminuye la capacidad de deformación del miocardio durante su contracción, estudiado con ecocardiograma, significa que ese paciente tiene mayor probabilidad de ingresar por una descompensación o de fallecer por insuficiencia. Estos hallazgos son importantes porque permiten identificar a los pacientes que se encuentran en situación de mayor riesgo y ofrecerles, así, un seguimiento más estrecho y tratamiento más intensivo. Esta novedosa técnica tiene una aplicación diaria en pacientes con insuficiencia y miocardiopatías asociadas a la edad y en los que tienen problemas cardíacos relacionados con el cáncer y sus tratamientos”.