Somontano

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"El agua no urge tanto en la viña como en el cereal"

Los viñedos están en plena brotación y ya se ha iniciado la poda en verde, y aunque es pronto para pronosticar la cosecha, la sequía es una amenaza 

Aspecto que presenta estos días uno de los viñedos del Somontano.
Aspecto que presenta estos días uno de los viñedos del Somontano.
Á. H.

Los viñedos de 30 bodegas de la D.O.P. Somontano están en “plena brotación” y se han iniciado tareas de poda en verde para eliminar los brotes o tallos que no tendrán uvas, complementarias a la poda de invierno, y entre los trabajos más significativos en viñedos. Francisco Berroy, presidente del Consejo Regulador, cree necesaria la lluvia: “No urge tanto como al cereal, pero el año es muy bajo si se analiza con criterios de pluviometría”, apunta. 

En este aspecto, señala que “el viñedo de secano ya viene de sufrir un estrés importante el año pasado porque sufrió muchísimo, la producción fue baja, no cayó una gota de agua desde abril hasta final de septiembre. Las viñas ya vienen un poco estresadas porque este invierno ha llovido poco, menos mal que en enero cayeron 60 litros y se vive de esas reservas. La situación será muy mala si no llueve en verano”.

Hasta cierto punto, “la viña es un cultivo mediterráneo que aguanta muy bien las condiciones de calor y estrés hídrico, hasta cierto punto. La situación de estrés actual es muy alta y algunas cepas podrían morir, aunque resisten”. A este paso, “la cosecha será escasa, es pronto para hacer vaticinios porque aún quedan meses y queremos ser optimistas”. 

En términos generales, los viñedos son muy sensibles a las condiciones climáticas y la sequía es una amenaza presente en la historia de la viticultura. La falta de agua y las altas temperaturas pueden ocasionar daños irreparables en la uva con afecciones en la calidad del vino. En el sector nacional, el riesgo de una sequía prolongada es real y preocupante y estuvo entre los temas de análisis en el XIX Congreso Nacional de Enólogos celebrado del 27 al 30 de abril en Cartagena, con más de 250 enólogos.

En la D.O.P. Somontano, se mantiene el mismo número de hectáreas de la campaña pasada. “Ahora es imposible la compra de derechos y la producción no aumenta. La plantación de viña requiere el arranque de otra. La situación es estable con 4.000 hectáreas con 15 variedades de uva entre las 30 bodegas”. En cuanto a ventas del primer trimestre de 2023, Berroy apunta que “las cifras iniciales de este año son buenas, el turismo en Aragón se comporta muy bien, en el Pirineo y en restaurantes. La tendencia se apreciará al final del primer semestre”. 

Las cifras del año 2022 fueron “de récord histórico” con 16.513.132 botellas vendidas, un aumento del 9,88% respecto a 2021 con cerca de millón y medio de aumento de botellas vendidas. En los 38 años de trayectoria de la D.O.P. Somontano fue la primera vez que se superaron 16 millones de botellas. Respecto a la exportación, “sigue en la línea del año pasado que fue muy buena y nos gustaría mantenernos”. En el informe hasta septiembre de 2022, el 22% de vinos exportados por bodegas se destinaron a más de 40 países, en especial europeos.