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TRADICIONES

Barbastro bautiza a sus dos nuevos gigantes de la comparsa

Por el número de figuras, es una de las tradiciones más destacadas de Aragón y de España

La Reina Germana de Foix y la bruja María se suman a la tradición “gigantesca” de la ciudad.
La Reina Germana de Foix y la bruja María, en el centro de la imagen, se suman a la tradición “gigantesca” de la ciudad.
Á. H.

La Reina Germana de Foix (1488-1538) vinculada a la historia de Barbastro y la bruja María se suman a la tradición “gigantesca” de la ciudad que se remonta al año 1757 con motivo de las Fiestas de San Ramón y en 1759 a razón de la proclamación del rey Carlos III, según constata Luis Alfonso Arcarazo, especialista en materia. En la distancia del tiempo 266 años separan aquellos gigantes de los más recientes que se han incorporado este lunes a la comparsa por iniciativa de la familia Ricardo y Rubén López, padre e hijo y Pilar Portolés, “modista”, vecinos de Estada, que ha colaborado en talleres de los barrios de Barbastro.

Testigos del bautizo celebrado en Plaza Constitución, los cuatro gigantes “de toda la vida” Fernando e Isabel (Reyes Católicos), Ramón Berenguer IV y Petronila de Aragón, únicos supervivientes de la comparsa municipal del año 1954. Siete décadas más tarde, los barbastrenses asistieron al bautizo que despertó mucho interés y curiosidad, en la primera salida con motivo de las Fiestas, tras el “madrinazgo” de Yolanda Andreu (Reina Germana) y Mayte Bergua (bruja María) en presencia de Fernando Torres, alcalde, Lorena Espiérrez, concejal de Fiestas, y varios concejales.

Cerca de los nuevos, otros gigantes veteranos, Ferranko (2000) y Ferranka (2001), gigantillos de barrios San Fermín, San Hipólito y San José, cuyo presidente Javier Ronsano destacó el paso de la comparsa por calles del barrio “por primera vez” y desde la confianza de repetir en años próximos. En la salida, el dragón Belaín precedió a la comparsa de 45 cabezudos y “lista de espera” según informó María Maza. Además de cabezudos de propiedad municipal, participaron numerosos niños con cabezudos propios.

Fernando Torres se refirió “a la historia tradicional de Barbastro en materia de gigantes y cabezudos de la que hay constancia desde el siglo XVIII, en este caso hay que agradecer a la familia que ha tenido esta iniciativa”.

Al mismo tiempo, valoró “la costumbre tradicional de salir en la comparsa de los niños y niñas porque hay más peticiones que cabezudos” y se refirió “al interés por los gigantes gracias al relevo de portantes”. En la misma jornada hubo sesión vermú para la Tercera Edad, en las instalaciones del Centro de Congresos y por la tarde, sesión de baile