Somontano

agricultura

La sequía podría adelantar la cosecha olivarera

El estrés hídrico que padecen los olivos es “preocupante” y la producción tendrá afecciones en los precios y en existencias

Cosecha de olivas en Somontano.
Cosecha de olivas en Somontano.
S. E.

La sequía podría adelantar la cosecha olivarera en el Somontano a mediados de octubre si no llueve en las próximas semanas ya que el estrés hídrico que padece el olivar es “preocupante” según informa Fernando Noguero, gerente de la almazara más importante del Somontano y llevaría consigo repercusiones en empresas del sector de distribución de alimentos.

“La cosecha será mala y corta con afecciones en existencias y en precios, no solo en Somontano, sino a nivel nacional. Dos malas cosechas consecutivas no se habían visto hasta ahora y la del año pasado con 1.900.000 kilos fue la peor desde 2010. Si esto sigue así, no creo que se llegue a esas cifras” señaló. En la misma línea, “si las cosas no cambian, las perspectivas son malas por la pérdida de producción derivada de sequía, por tanto, habrá poco aceite y caro”.

Las siete almazaras del Somontano no son ajenas a la situación “delicada” del sector nacional, “a causa del cambio climático y la escasez de lluvias que provocarán una cosecha muy inferior a la habitual”. El año 2022 figura ya entre los más calurosos desde hace años y según datos del Consejo General Oleícola Internacional, la cosecha de producción de aceite de oliva en España fue de 1.412.000 toneladas y bajó a 780.000 toneladas en la campaña 2022-2023.

“El pesimismo es total por las repercusiones en el precio del litro de aceite de oliva, porque gran parte de la cosecha se ha perdido por escasez de lluvias y eso que, al principio, las perspectivas eran mejores respecto a la pasada”, indica. Los datos del INE informan que en febrero los precios del aceite subieron el 33’5% y las afecciones se notaron entre mercados. Noguero cree que “si esto no cambia, se resentirá por falta de aceite”.

El verano ha sido muy duro y las lluvias “escasas” apenas han mitigado los problemas. Las precipitaciones continuadas en septiembre mitigarían los efectos, pero la producción será baja. Por tanto, es previsible que haya dos campañas seguidas de recolección muy bajas y no se producirá el efecto de vecería que el árbol produce mucho en una campaña y la siguiente descansa para volver con fuerza el año siguiente, según las fuentes consultadas. Hasta ahora, los efectos se notan en las cotizaciones.

En cambio, las lluvias recientes han tenido incidencias positivas en el sector de la viticultura, “las afecciones son buenas cuando se ha pasado el ecuador de vendimia con más de 10 millones de kilos de uva recogida en las bodegas” según informa Óscar Torres, Director de Certificación del Consejo Regulador de la D.O.P. Somontano.

“La vendimia de variedades de ciclo corto está finalizada y en fecha próxima se iniciarán las de cabernet y garnacha que se verán favorecidas y en la producción se notarán los efectos de precipitaciones del fin de semana. Las mermas en secano se compensan y la vendimia se alargará hasta final de mes”, según indicó.