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El Museo de los Mártires Claretianos, cerrado hasta diciembre para su modernización

Entre enero y agosto, ha alcanzado la mayor cifra anual de visitantes con 6.108 personas que han pasado por sus instalaciones

En 31 años lo han visitado 112.959 personas de casi todo el mundo.
En 31 años lo han visitado 112.959 personas de casi todo el mundo.
A. H.

El Museo de los Mártires Claretianos ha alcanzado la mayor cifra anual de visitantes con 6.108 personas desde enero hasta el 12 de agosto y ha cerrado las puertas hasta diciembre para llevar a cabo un proyecto de modernización en las instalaciones que se inauguraron el 15 de noviembre de 1992. Hasta ahora, en 31 años lo han visitado 112.959 personas de casi todo el mundo, la mayoría vivieron a Barbastro por primera vez y han regresado después. La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) se notó mucho con miles de jóvenes que visitaron el Museo y la ciudad de paso hacia Lisboa.

Carlos Latorre, superior de la comunidad claretiana, señala que “los efectos de la JMJ se han notado muchísimo sobre todo grupos neocatecumenales de chicos y chicas jóvenes, han venido de Zambia, de hasta nueve estados diferentes de EE. UU, Colombia, Ecuador, países sudamericanos y europeos. Además, casi ninguno conocía la ciudad, todos han visitado los lugares martiriales en la carretera de Berbegal”.

Los próximos visitantes conocerán el Museo con la reforma interior que se ha iniciado, sin modificar los contenidos, porque el Gobierno provincial de los Claretianos ha apostado por un nuevo proyecto, “la remodelación se ha iniciado en torno al mensaje de Paz y Reconciliación. Las obras de reforma durarán hasta Navidad, afectan a espacios definidos en planta baja, galería y sala magna, también al salón de actos cuyas paredes se pintarán en tonos oscuros para ver mejor las proyecciones”.

En cambio, las obras no afectarán a la capilla ni tampoco a la cripta donde se conservan los restos identificados de 51 religiosos claretianos en urnas de metacrilato translúcida donde se viven “los momentos más impactantes de la visita al Museo” explica Latorre. El proyecto incluye planteamientos y sistemas modernos con dotación de audios, vídeos y lector de códigos QR entre otros medios disponibles.

A partir de la apertura, “las explicaciones se escucharán por auriculares, la cuestión es que si no hay guía verbal es muy difícil interiorizar, caer en la clave esencial de la historia sobre los mártires” explica Latorre, consciente de que será “una modernización de las instalaciones, normal después de 30 años. El secreto está en ilusionar a los visitantes, en especial a los jóvenes”. En general, “la gente se va satisfecha de la visita en la que conocen, también, la primera iglesia dedicada al Corazón de María, en España, en 1888”.

El Museo no se había modificado desde que se realizó el proyecto de la museóloga Purificación Fernández, carmelita misionera, cuando se decidió la construcción de la Casa Museo con motivo de la beatificación de los mártires por el papa Juan Pablo II, el 25 de octubre de 1992. Se conservan cartas, escritos, recuerdos, objetos personales y litúrgicos.

En la nueva distribución interior se plantea la posibilidad de destinar espacio para recordar a los diocesanos, sacerdotes, religiosos y seglares beatificados o en proceso. Hasta ahora, lo tienen el obispo Florentino, el gitano Ceferino Jiménez “El Pelé” y el capitán Zalama. Una de las novedades será un cuadro de 4 x 2 metros pintado por José María Beruete, que fue director del Museo desde 1998 hasta 2022, dedicado a “la misión universal de los Claretianos”. Se sumará, a la galería de obras del mismo autor en el Museo.