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altoaragón ECONÓMICO

Ernesto Cancer, cuestión de adaptarse para crecer en los nuevos tiempos

La empresa barbastrense es desde hace décadas referente en la distribución de materiales de obra

En 1938 Casa Marro quedó a nombre de Ernesto Cancer.
En 1938 Casa Marro quedó a nombre de Ernesto Cancer.
S. E.

La empresa Ernesto Cancer lleva décadas trabajando desde Barbastro por y para toda la provincia de Huesca. Desde sus comienzos alrededor de 1935 bajo dicho nombre y tras haber entrado en sociedad antes (1835) con Casa Marro, no ha parado de innovar y abrirse a nuevos nichos de mercado para seguir subsistiendo. Algo que le ha permitido ser una empresa de referencia en lo que respecta a distribución de servicios de reformas y rehabilitaciones de la mano de grandes marcadas reconocidas a nivel internacional como Porcelanosa, Cémex o Propamsa, entre otros.

La empresa se ha especializado en la distribución de cocinas.
La empresa se ha especializado en la distribución de cocinas.
S. E.

Y así se lo reconoció la semana pasada la zona oriental del territorio altoaragonés, concretamente Barbastro, con el galardón Germana de Foix en la categoría de Comercio. Un premio que, tal y como explica Ernesto Cáncer, nieto del fundador, recogieron “con sorpresa y mucha alegría”. En otras palabras, supuso “una inyección para seguir luchando y trabajando cada día”. Sobre todo en Barbastro, donde “hay una historia de comercio importante detrás por su condición de capital comercial tiempo atrás, con permiso de Huesca”.

Ningún comienzo es fácil, ni tampoco la labor de mantener al alza una empresa como la que maneja Ernesto desde hace ya bastante tiempo, quien a sus 15 años se vio en la obligación de empezar a trabajar y a formarse debido al fallecimiento de su padre. “Tuve que dejar los estudios para ello, pero luego me di cuenta que sin formación se va a pocos sitios”, resalta.

Hasta el día de hoy, en el que dicho negocio altoaragonés cuenta con un total de 24 trabajadores. “Todos ellos son mejores que yo, y eso ha sido decisivo para que Ernesto Cancer siga adelante con el paso del tiempo. Rodearse de gente mejor que tú y formarse constantemente es lo mejor que se puede hacer para poder emprender correctamente”, define.

Un servicio para todo el territorio

Su capacidad para ir creciendo con el paso de los años no ha ido a menos, sino todo lo contrario. Contar con 24 trabajadores supone además ofrecer un amplio abanico de productos, que principalmente tienen que ver con el material de construcción, aislamiento, fontanería, ferretería, azulejos y de baño y cocinas. Un hecho que parecía “muy lejano en los primeros años de la empresa”, destaca.

En la actualidad, ha logrado que su material se distribuya por la provincia de Huesca, pero también que sus cocinas lleguen a Zaragoza, Tarragona o Madrid.

Como muchas otras empresas del territorio, Ernesto Cancer se ha tenido que adaptar a los nuevos tiempos. “Ahora son muy cambiantes tanto para las empresas como para el mercado y su clientela”, destaca siendo conocedor de un sector tan amplio como lo es el de la rehabilitación y las reformas.

Así, la empresa ha sabido entender la demanda actual para reorientar el negocio, conscientes de que la nueva obra ha caído considerablemente y las reformas han crecido. De esta forma, han incluido en su línea de ventas elementos de decoración y han creado un taller de carpintería en su almacén de Polígono Industrial Majape de Barbastro.

Las nuevas formas de ventas han invitado a ello también: “Hablamos de minoristas, mayoristas, cadenas e incluso el comercio online. Si hoy tuviéramos que subsistir con lo que se hacía hace más de 80 años, sería imposible”. Y por supuesto, innovar se ha convertido en un elemento clave para ellos, donde ha encajado “la figura de prestador de servicios”.

“Ha sido necesario para seguir creciendo”, incide Ernesto. Desde en servicios técnicos hasta instalaciones de todo tipo, el mundo de los prefabricados y la llegada de máquinas para ello ha ganado mucho terreno aunque “hoy en día se vea raro y difícil de encajar”. Y el principal factor de todo ello, lamenta, es la falta de profesionales. “Faltan albañiles, mano de obra, fontaneros, carpinteros, electricistas, soldadores…. Todos los gremios se están viendo afectados por la falta de gente”, resalta.

Por ello, asegura, “la innovación es lo que ha diferenciado a los que han crecido y a los que no. El futuro pasa por ello”.

Solo hay un objetivo que Ernesto Cancer se marca para poder seguir sacando adelante la empresa que generaciones anteriores de su familia consiguieron levantar: “Tener constancia y tratar de mejorar en el día a día. Y como dije antes, adaptarse a lo que venga en la medida de lo posible”.