Somontano

Manolo Garrido: “Recibir este premio es un empujón potente y un auténtico aliciente”

El periodista, con una fuerte vinculación al Alto Aragón, ha sido galardonado por la Conferencia Episcopal con el Premio Bravo

Manolo Garrido
Manolo Garrido
S. E.

El periodista Manuel Garrido, “asturiano que me considero barbastrense”, vinculado al territorio altoaragonés, ha recibido uno de los Premios ¡Bravo! 2023 que concede la Comisión para las Comunicaciones Sociales de la Conferencia Episcopal Española desde hace 54 años. Figura entre los diez galardonados por el Jurado que preside Salvador Giménez, obispo de Lérida, que reconoce “la labor meritoria de todos los profesionales de la comunicación en diversos medios que se hayan distinguido por el servicio a la dignidad del hombre, los derechos humanos y los valores evangélicos”.

Garrido comparte premios, entre otros, con Pedro Piqueras, periodista de Telecinco, Ana Iris, escritora y la Real Academia Española (RAE). El acto de entrega se celebrará el 29 de enero en la sede de la Conferencia Episcopal Española. ¡Bravo por Manuel Garrido! porque el Premio le llega por su trayectoria intensa dedicada a la comunicación del Opus Dei. Además, será un revulsivo importante para superar un trance personal.

“Este Premio es un empujón potente, más en estos momentos, y un aliciente al lado de gente de mucho nivel. Así que es un auténtico honor, aunque no me ha dado mucho tiempo a pensarlo porque me han informado al mediodía desde la Conferencia Episcopal y me ha cogido por sorpresa”, señaló ayer, emocionado, en sus primeras declaraciones.

Valoró toda una trayectoria que comenzó en Torreciudad. “Aún recuerdo la primera vez cuando pasaba por el Coso de Barbastro en coche y me preguntaba: ‘¿Cómo habrá gente capaz de vivir aquí con el calor que hace?”.

Primeras sensaciones para un asturiano de playa, mar, verde y montaña que no tenían nada que ver con el Somontano. “Recuerdo que no mejoraron las impresiones cuando pasé por la nave de La Azucarera, en Monzón. Claro que, con el paso de los años, recuerdo un paisaje diferente vinculado al territorio altoaragonés, donde conozco a gente de diferentes sectores por mi trabajo habitual, entonces. Regreso siempre que es posible”, dice.

A partir de entonces, “comenzó una intensa etapa altoaragonesa en labores de comunicación y promoción del santuario, dirigí el semanario El Cruzado Aragonés y en Madrid, la Oficina de Comunicación del Opus Dei. Además de organizar encuentros y eventos. Ahora, en Madrid, sigo activo, no hablaría de jubilación porque colaboro en tareas de consultor, comunicación y asesoramiento. Gente que te pide que le eches una mano”.

De su labor informativa destaca la canonización del barbastrense San Josemaría Escrivá por el Papa Juan Pablo II el 6 de octubre de 2002 en Roma. “Fue un hito en mi vida que disfruté a tope” y también recuerda “muchos logros altoaragoneses, entre ellos el Eje del Vero, el Eje del Cinca, el cambio espectacular de Alquézar, la apertura del Museo Diocesano y del Museo de los Mártires Claretiano y las mejoras en túnel de Bielsa, tan necesarias por demandadas. Me considero un altoaragonés más que reside en Madrid, donde tengo contactos con muchos barbastrenses gracias a los encuentros que organiza David Lafuente”, agrega.