Javier Arnal: “En UPA, defendemos a nivel nacional una agricultura familiar”

Javier Arnal, vecino del municipio de Lascellas-Ponzano (Somontano), está entre los fundadores de la organización Unión Pequeños Agricultores (UPA) de Aragón, que se fundó en 2001 con motivo de las elecciones a Cámaras Agrarias y nació con el ingreso de España en la Unión Europea. Arnal es miembro de la ejecutiva y en la primera edición Premios UPA Aragón, celebrada el pasado 20 de diciembre en Zaragoza, fue uno de los seis galardonados en el evento, en su caso con el Premio Raíces destinado a “aquellas personas que son embajadoras históricas de la organización agraria y fiel reflejo de la defensa de sus valores”, según consta en el acta.

“Un reconocimiento se recibe bien, siempre, y de entrada se agradece por lo que implica de trabajo en común para la Unión de Pequeños Agricultores en la defensa de intereses de los profesionales del sector, en este caso de las explotaciones familiares de pequeños y medianos agricultores y ganaderos, como es mi caso, aunque al frente está mi hijo”, explica Arnal.

En esencia, “a nivel nacional defendemos una agricultura familiar. Aquí, en Aragón, el censo aproximado son 2.000 afiliados entre las tres provincias porque somos la organización agraria más joven. En la comarca Somontano estamos un poco flojos porque el grado de implantación es inferior a Huesca donde hay más actividades, asambleas, cursos de formación, charlas, mesas de trabajo y diversas tramitaciones, entre ellas la PAC”.

Respecto al año agrario desde criterios de UPA Aragón, “en general, ha sido fatal, horrible, en espera de que desde el Gobierno de Aragón nos apoyen mucho más de lo que hacen hasta ahora”. En esta línea, valora que Ángel Samper sea el consejero de Agricultura, “le avala su labor profesional realizada durante muchos años en el sindicato Asaja, conoce muy bien el sector porque, en este caso concreto, se puede decir que ha sido cocinero antes que fraile”.

En la reunión pendiente de celebrar en Zaragoza le plantearán “el tema de los seguros agrarios, sequía y pagos en tiempo y forma, entre otros asuntos que conoce. En definitiva, son reivindicaciones habituales entre los sindicatos agrarios, con diferencia de matices, pero, en el fondo, los mismos”. Arnal fue trabajador en la empresa Brilen, en Barbastro, desde 1979, y al mismo tiempo llevaba la explotación familiar. “Desde que me jubilé, la lleva mi hijo y desde los inicios estoy en la UPA”.

Respecto a las expectativas del sector para 2024, dice: “Esperamos que el tiempo nos acompañe, es lo habitual entre los agricultores, pero, en mi opinión son buenas tanto en secano como en regadío. Ahora se ha sumado la oliva y el hecho de que se haya reconocido la nueva D.O. Aceite del Somontano abre nuevas y buenas expectativas. Creo que ha sido muy acertado y si la D.O.P. Somontano ha funcionado bien, tenemos una nueva oportunidad de desarrollo en la comarca. La suma de factores potencia el producto. Se ha llevado a cabo un buen trabajo que ya solo depende de Bruselas tras superar la fase nacional”.

En su trayectoria y desde la distancia de los años, recuerda un proyecto de regadíos entre varias localidades del Somontano que, al final, no se llevó a cabo por falta de acuerdos. “Se perdió una buena oportunidad para tener agua disponible para el riego y, además, se perdió dinero en el intento. Aquel proyecto hubiera dado mucha vida a varias localidades que no riega el Cinca. Que yo sepa, no hay perspectivas de que se recupere porque cada uno se ha buscado la vida por su cuenta. El interés ha decrecido mucho entre la zona afectada que fue Laluenga, Peraltilla, Ponzano, Lascellas, Azara y Azlor”.