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PATRIMONIO

El estado de las obras en el Museo Diocesano de Barbastro es "óptimo"

El director, Ángel Noguero, destaca la conservación de las piezas

Trabajos de conservación de unas de las obras expuestas en el Museo Diocesano de Barbastro
Trabajos de conservación de unas de las obras expuestas en el Museo Diocesano de Barbastro
museo diocesano de Barbastro-Monzón

El estado de conservación y mantenimiento de las obras de arte y piezas expuestas en el Museo Diocesano de Barbastro-Monzón es “óptimo” según informa su director Ángel Noguero, delegado diocesano de Patrimonio. En este aspecto, ha destacado las labores realizadas entre los días 8 al 11 y del 15 al 18 de enero a puerta cerrada al público. Las tareas afectaron a la colección de obras de pintura, escultura, tejidos y orfebrería expuestas en las tres plantas del Museo por el que pasaron 15.000 personas en 2023.

En este aspecto, resalta que “están mejor que el año pasado porque el interés por controlar el estado de las obras y las piezas es cotidiano, además, obligatorio para los museos en genera. En ese sentido no hay excepciones y las responsables más directas, María Puértolas y Sheila Ayerbe, tienen muy clara esa responsabilidad”.

Detalle de los trabajos realizados
en una de las piezas.
Detalle de los trabajos realizadosen una de las piezas.
museo diocesano de Barbastro-Monzón

Las labores “extensivas” se han realizado con “suma delicadeza que afectan a obras y piezas expuestas, prioritarias y otras que se conservan en el almacén con los medios necesarios de mantenimiento. Las mejores están a la vista del público y entre ellas, muchas que en el Museo de Lérida no estaban expuestas al público. Aquí hay obras que ni siquiera conocían los vecinos de algunas localidades de procedencia, salvo por referencias”.

La colección devuelta por el Museo de Lérida entre los meses de febrero y marzo de 2021 está en depósito judicial sin prioridad de trato respecto a las obras y piezas expuestas con antelación. Todas son propiedad de parroquias diocesanas desde las primeras que se depositaron en el Museo eclesiástico que hubo en la catedral, abierto en mayo de 1978, que fue uno de los primeros en Aragón.

En esencia, la labor actual es continuadora de la que realizaron sacerdotes diocesanos como Santos Lalueza, Manuel Iglesias y Enrique Calvera, que trabajaron para conservar piezas y obras procedentes de iglesias diocesanas, y también del Cabildo de la Catedral que aporta muchas a la colección actual. Ángel Noguero reitera que “el Museo Diocesano está al servicio de la cultura de la Diócesis y las obras tienen una lectura religiosa de fe porque se crearon para eso”.

En los primeros días de reapertura del Museo, el fin de semana pasado, los visitantes fueron turistas, “ninguno de Barbastro” y en general, las opiniones y comentarios fueron “positivos por el atractivo y el interés que despiertan la colección” según informa Margarita Pallaruelo que atiende al público, entre ellos hubo “historiadores que dejaron constancia de su satisfacción”. De todas maneras, son meses de menor asistencia y también se constató en el Museo de los Mártires Claretianos abierto tras la remodelación reciente cuyos efectos se notarán más adelante según Carlos Latorre, superior de los Claretianos.