Somontano

PATRIMONIO

Urgen a la rehabilitación de la catedral de Barbastro

Las lluvias del viernes sacaron a la luz desperfectos en las cubiertas exteriores

Afecciones en la capilla San Carlos Borromeo.
Capilla San Carlos Borromeo.
Á. H.

La inundación por aguas de lluvia y el cierre consiguiente de la capilla de San Carlos Borromeo, el viernes pasado, es una consecuencia de las necesidades que sufre la catedral de Barbastro, cuyo interior impresionante contrasta con el estado exterior del edificio donde se detectan problemas y patologías en fábricas y en elementos constructivos que afectan a las cubiertas en especial.

Las lluvias calaron en el interior de la capilla dedicada a la memoria del obispo mártir Florentino Asensio y de 252 siervos de Dios en proceso de beatificación iniciado el 6 de noviembre de 2022. En la misma capilla reposa el prelado Alfonso Milián, que falleció el 26 de noviembre de 2020.

Las aguas entraron en la bóveda interior de cúpula hemisférica de la capilla cuya construcción se inició el 1 de julio de 1740 por encargo expreso del obispo Carlos Alamán y Ferrer (1718-1739). La imagen con cubos para recoger agua se ha repetido de nuevo porque las intervenciones realizadas por iniciativa del Cabildo son insuficientes, aunque no se han detectado daños materiales en pechinas, despieces y molduras, tampoco en el retablo de madera sobredorada, procedente de la iglesia de Trillo.

José Huerva, presidente del cabildo, informó de que la inundación de la capilla está “entre los problemas que afectan a la catedral cuyo Plan Director se redactó en abril de 1999 por el arquitecto Joaquín Naval a instancias del Instituto de Patrimonio Histórico Español para conseguir subvenciones del Ministerio de Cultura que nunca llegaron. La única solución pasa por nuevas cubiertas en la catedral que tiene 507 años desde que se iniciaron las obras en 1517”.

En el Plan Nacional de Catedrales, del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, revisado y aprobado en 2012, se incluyó la catedral de Barbastro entre los planes del Ministerio cuyos titulares fueron Esperanza Aguirre y Mariano Rajoy. El Ministerio pagó 8 millones por la redacción del proyecto instado desde sus departamentos, aunque desestimó su ejecución por importe de 946.175.160 pesetas (5,7 millones de euros).

Mientras, se han realizado actuaciones aisladas que no solucionan los problemas detectados cuyas soluciones prácticas exceden las posibilidades del Cabildo y del Obispado, señala Huerva. En el informe relativo al estado exterior de la catedral, Joaquín Naval constató las actuaciones más importantes, entre ellas el saneamiento y drenaje de aguas procedentes de cubierta, problemas relacionados con humedades procedentes de subsuelo, alteraciones y degradaciones de materiales.

En el transcurso de 25 años se han solucionado las goteras más grandes pero la recogida de agua y la cubierta siguen entre las prioridades en la Catedral, declarada Monumento Nacional el 3 de junio de 1931 y Bien de Interés Cultural de Aragón desde 2006. El informe sigue vigente aunque el edificio no presenta daños alarmantes de carácter estructural del inmueble.

Fuentes del Obispado reconocen “la necesidad de realizar una intervención urgente, algo que está previsto en el Plan Director desde 1999. Ahora, 25 años después, lo prioritario sería la actualización del Plan, el apoyo de las administraciones para explorar posibles vías y su puesta en marcha, mediante una calendarización de las acciones con adecuada dotación económica”.

En este aspecto, “el Obispado, a través del área de Patrimonio, trabaja en la actualización del Plan, en conversaciones con administraciones y confía en que los trámites lleguen a buen puerto para garantizar la conservación de esta joya de la arquitectura aragonesa”