Somontano

#SOYDELALTOARAGON

“Elevar la capacidad de almacenamiento de agua nos haría ser garantía de seguridad alimentaria”

José Luis Romeo Martín
José Luis Romeo Martín
Ana Rivera

José Luis Romeo Martín, residente en la capital oscense, es presidente de la Asociación General de Productores de Maíz de España (AGPME), vocal de la Ejecutiva de la Confederación Europea de Productores de Maíz, vicepresidente de Asaja Huesca, vicepresidente de Ceoe Huesca por rama agraria y desde hace 20 años, dirige bodega Monte Odina, en la D.O.P. Somontano. Licenciado en Derecho en la Universidad de Zaragoza, fue asesor jurídico de la Cámara de Comercio de Huesca y abogado especializado en urbanismo.

Ante la crisis actual que afronta el sector primario, voces desde Huesca ofrecen una respuesta. José Luis Romeo, tras décadas dedicadas al campo altoaragonés, pone en valor el trabajo de toda una provincia.

¿Qué representa ser el presidente de la Asociación General de Productores de Maíz de España?

—Supone la responsabilidad de representar y defender los intereses de los agricultores que cultivamos maíz a nivel nacional y europeo. Es muy importante nuestra participación en la Confederación Europea de Productores de Maíz (Cepm) que une a las asociaciones de maiceros de Francia, Italia, Polonia, Rumanía, Bulgaria, Alemania y Portugal con las que defendemos nuestros intereses en Bruselas.

¿La producción, por cantidad y calidad, tiene importancia en el contexto nacional?

—Sí. España es un país netamente importador de cereales. Normalmente importábamos anualmente entre 11 y 14 millones de toneladas de cereales y proteaginosas, pero tras estos dos años de sequía hemos alcanzado una importación de 34 millones de toneladas en 2023. El maíz, una planta con una capacidad de producción enorme, tiene altos rendimientos en la península y nuestras cosechas ayudan a moderar los precios, mejorar la balanza de pagos y tener seguridad alimentaria.

¿Cuál es la situación actual tras el análisis exhaustivo en el reciente Congreso celebrado en Portugal?

—La situación del maíz es preocupante. Los precios de los cereales están ahora a la mitad que hace dos años, cuando se llegó a los 400 €/ton. Aquello era excesivo, pero cuando se baja de los 200 €/ton los números salen muy justos y cualquier incidencia en el cultivo puede llevarte a pérdidas. En el Congreso de Lisboa analizamos también el problema del agua, las nuevas tecnologías para el cultivo, o la difícil situación geoestratégica que vivimos y que afecta al precio de todas las cosas.

¿Qué opina de la situación del sector agrario en España y qué resultados espera de las reivindicaciones?

—La situación de la agricultura es muy grave. No sólo arrastramos dos años de sequía en que las producciones han sido muy malas, sino que además los créditos blandos del Ministerio han llegado tarde y mal y el pago de la PAC ha descendido en alrededor de un 25 %. Además, se firman tratados de libre comercio con Canadá, Mercosur, Ucrania, Marruecos... que hunden los precios, se limita y reduce el uso de fitosanitarios y abonos, etc.… Los agricultores en Europa han saltado porque no pueden más. En Holanda, en Francia, en Alemania, en Polonia o en España reivindicamos que las políticas medioambientalistas adoptadas y la PAC ni están justificadas ni son de recibo.

En calidad de propietario y gerente de Bodega Monte Odina, ¿qué lectura hace de los reconocimientos habituales a los vinos de la D.O.P. Somontano, acreditados también en el Informe Aragón 2024 Top 100?

—Es un orgullo recibir tantos reconocimientos porque en un sector tan difícil y competitivo como es el del vino en la Denominación de Origen Somontano es para ponernos una medalla. Además, los reconocimientos dan cuenta del alto nivel de los vinos que hacemos en el Somontano y son buenos para todo el colectivo y la zona.

¿Cuál es, en general, la situación del sector agrario en Huesca y su futuro a corto y medio plazo?

—A corto plazo las lluvias de este año hacen que los cultivos de secano tengan buena pinta y que los pantanos estén llenos, asegurando el agua para los regadíos, pero los precios de los cereales y productos agrarios en general se anuncian bajos en relación a los costes. A medio plazo la situación es muy incierta. No sólo por la difícil situación internacional, sino por la elevada edad que tienen de media los agricultores y el escaso relevo generacional para esta actividad agraria que tanto amamos.

¿Qué cultivamos y producimos?

—La provincia de Huesca es una potencia agrícola. Debe ser ya la primera provincia en producción de porcino, y en vacuno de carne, la Lonja de Binéfar fija el precio del vacuno en España. Y la combinación del agua del Pirineo con el calor de los llanos de la provincia permite que seamos grandes productores de cereales y frutas. Si eleváramos nuestra capacidad de almacenamiento de agua, seríamos una garantía de seguridad alimentaria muy importante para toda España.

¿Hay relevo de garantías?

—El relevo generacional depende de que la actividad agraria sea segura y sostenible. Si no se gana dinero, los jóvenes no pueden aguantar. La mayoría de las incorporaciones de agricultores jóvenes, a pesar de las subvenciones, fracasan porque las condiciones en agricultura son cada vez más restrictivas. Si no logramos que los jóvenes continúen, el campo acabará en manos de grandes corporaciones y fondos de inversión, de los que dependerá nuestra alimentación. Y eso será peor para todos.

¿Cuál es el papel de la mujer en el campo y su porcentaje de ocupación?

—No sé cual es su porcentaje, pero la mujer es importante en agricultura y ya no hay diferencias con los hombres. Ahora la agricultura no se basa en el esfuerzo físico sino en la mecanización y la informatización. Las mujeres llevan tractores, manejan ganaderías, controlan digitalmente los riegos y normalmente son el corazón de las familias que viven en el mundo rural.