Somontano

SECTOR PRIMARIO

Los viñedos de Somontano disminuirán un 20 % su producción a causa del pedrisco y las heladas

Los daños han afectado al 100 % en el caso de Salas Bajas

Viñedos afectados en Salas Bajas.
Viñedos afectados en Salas Bajas.
Ángel Huguet

Los daños ocasionados por el pedrisco, en la tormenta del sábado pasado, y por heladas previas, entre días 23 y 24, supondrán una disminución estimada del 20 % en la producción de viñedos según se refleja en los partes de siniestro. Óscar Torres, director de certificación del Consejo Regulador de la DOP Somontano señala que los daños mayores al 100 % afectan a Salas Bajas, en menor grado a parcelas altas en Salas Altas, Hoz de Barbastro, Coscojuela de Fantova y Naval, entre el 40 y el 80 %.

En viticultura, el granizo representa un riesgo considerable porque puede causar daños económicos a la producción. Las primeras 24 horas tras la granizada son cruciales para determinar daños, evaluar acciones y tomar decisiones. Hasta ahora, “hemos contabilizado 300 hectáreas con un grado de afección importante por daños del pedrisco”.

Aparte, “hemos valorado de heladas, el día 23, cuando se bajó a menos un grado y se amplió a menos dos grados al día siguiente. Afectan a cerca de 400 hectáreas entre zonas diferentes más distribuidas y cerca de dos millones de kilos de uva”. En conjunto, sería el 20% de la producción estimada respecto a la que habríamos tenido sin incidencias tan notables”.

La campaña de vendimia del año 2023 finalizó con 19.140.000 kilos de uva y este año las expectativas eran muy buenas para conseguir una cifra superior a la media habitual de 17 millones de kilos, aproximadamente, “pintaba muy bien para conseguir entre 20 y 21 millones de kilos, pero nos quedaremos entre 16 y 17 millones, por debajo de la media” explica Óscar Torres.

La merma en la producción no afectará a la calidad, “sería diferente si el pedrisco hubiera caído antes de la vendimia. La parte dañada se secará y aunque haya rebrote no habrá nueva producción de uvas”. A partir de ahora “los viticultores estarán más pendientes que nunca en espera de asegurar lo mejor posible, lo que está perdido no tiene solución”.