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LITERATURA

La gran imaginación de los escritores aragoneses triunfa a nivel nacional

Sergio del Molino y Javier Marías se unen a Manuel Vilas como triunfadores en 2018

La gran imaginación de los escritores aragoneses triunfa a nivel nacional
La gran imaginación de los escritores aragoneses triunfa a nivel nacional
EFE

ZARAGOZA.- La capacidad para imaginar y crear un libro, entre su amplísima actividad como escritores, es lo que ha unido en poco más de un año a Manuel Vilas, Sergio del Molino y Javier Sierra para confirmar que Aragón está en el candelero de la literatura española.

Ellos tres, junto a un notable elenco de escritores cuyas raíces se hunden en la Tierra Noble, han corroborado que en Aragón hay "mucha imaginación", como defendió el turolense Javier Sierra, en el Café de Redacción organizado recientemente en el emblemático e histórico Patio de la Infanta de Zaragoza por la Agencia EFE en colaboración con Ibercaja.

El oscense Manuel Vilas y el zaragozano de adopción Sergio del Molino, junto al delegado de Efe en Aragón, Ángel Alonso, y el turolense Javier Sierra a través de un vídeo grabado, mantuvieron un encuentro con la prensa en el que celebraron que 2018 fue un gran año para la literatura aragonesa.

Todos ellos entienden que, además, este éxito y el reconocimiento de los lectores se va a prolongar en el futuro y que no tiene un origen reciente, sino que está consolidado en el tiempo desde hace unos cuantos años, tanto por lo que alumbren sus plumas sobre el papel como lo que produzcan otro gran número de escritores vinculados a Aragón tanto en la literatura tradicional como la dedicada a sus futuros lectores, el público más joven.

Sierra, que cerró el círculo de las tres provincias aragonesas con el Premio Planeta 2017 que ya habían ganado con anterioridad los autores zaragozanos Santiago Lorén y Soledad Puértolas o el oscense Ramón J. Sender, defendió sentirse muy cómodo en "la galaxia de estrellas de escritores aragoneses" que, entre todos, han producido en los últimos quince o veinte años "unas cosechas maravillosas", dijo.

El testigo lo ha tomado el barbastrense Manuel Vilas con Ordesa, recientemente proclamado mejor libro del año 2018, quien con esta novela de autobiografía familiar ha defendido el objetivo "moral" de buscar la verdad de la historia de lo que aconteció en el ámbito de sus padres porque es lo que interesa a los escritores, a lo que Del Molino apostilló la diferencia que existe entre la verdad filosófica y periodística, ya que en éste último campo es donde dio sus primeros pasos como relatador de hechos y acontecimientos.

Tanto Vilas como Del Molino coincidieron en la gran aportación cultural que recibe la ciudad de Zaragoza en su condición de cruce de caminos y de culturas y al ser un punto equidistante con los dos gigantescos focos culturales que son en el contexto de España las ciudades de Madrid y Barcelona, sobre todo la primera de ellas.

"Aragón siempre ha ocupado un lugar central en el panorama literario y no creo que sea de ahora", defendió Del Molino, que le ha hecho estar en términos estadísticos muy por encima del resto de Comunidades autónomas españolas y por el intercambio de la escena literaria entre Madrid y Barcelona.

En este sentido, Vilas subrayó que Zaragoza se ha convertido en ese cruce de culturas y lo que debe hacer es "caminar y consolidarse en ser el camino de cultura".

No obstante, lamentaron la cuasi monopolización que ejercen en ese campo esas ciudades, de lo que se beneficia la capital aragonesa, aunque también hubo algún momento, sobre todo cuando cuajó "la España de las autonomías", en el que parecía posible que se podía ser escritor en cualquier sitio, pero ha vuelto la bipolarización que hace que se pueda "no estar en Madrid pero a condición de que no te alejes", según Del Molino.

"Cervantes inventó la novela y la complejidad del mundo", afirmó, aunque luego a lo largo de la historia España no ha dado grandes novelistas, quizá con la excepción de Benito Pérez Galdós, pero si que ha dado sobresalientes autores que siempre han hecho híbridos en las diferentes temáticas que han abordado.

Para Del Molino, el asunto de las nuevas tecnologías no ha provocado que se esté en una realidad más compleja, sino más bien al contrario. "Lo que hacen es simplificarlo dando una realidad maniquea y simplona que impide un debate sosegado con mucho griterío y poca reflexión", apuntó.

Vilas añadió la gran utilidad de la literatura porque el problema de las redes es que "no entienden las ideas" y que el uso de la ironía es el detonante para el inicio de la distorsión. "El que está iniciado en la lectura está adiestrado en la ironía", defendió.

De sus dos triunfantes libros, Ordesa y Lugares fuera de sitio, apuntó que no suponen el final de ningún viaje sino que son trabajos que tienen su referente en sus obras anteriores que están "en marcha" y se van metiendo unos en otros.