Cultura

EXPOSICIÓN

Ana Palacios: "Mis imágenes transmiten más esperanza que dolor"

La autora la muestra "Niños esclavos. La puerta de atrás"

Ana Palacios: "Mis imágenes transmiten más esperanza que dolor"
Ana Palacios: "Mis imágenes transmiten más esperanza que dolor"
R.G.

HUESCA.- Según datos de la Organización Internacional del Trabajo, uno de cada cinco niños de África Occidental vive bajo alguna forma de esclavitud moderna, lo que supone la cifra más alta en todo el mundo. Muchos de ellos son secuestrados o incluso vendidos por sus padres para ser explotados laboralmente. Otros son víctimas de los matrimonios forzosos y el tráfico de órganos.

No obstante, algunos consiguen escapar o son rescatados por la policía y las oenegés, tras lo que deben enfrentarse a la reinserción en la sociedad civil, una difícil tarea que aparece documentada en la exposición Niños esclavos. La puerta de atrás, que se inauguró este viernes por la tarde en el Centro Cultural Manuel Benito Moliner, de Huesca.

La fotógrafa Ana Palacios (Zaragoza, 1972) ha desarrollado este proyecto durante tres años; en él muestra "cómo comienzan esa rehabilitación" en varios centros de acogida de Togo, Benin y Gabón.

Aunque el primer paso sería devolverlos a su hogar, muchas veces "es complicado, porque son las propias familias" las que han propiciado esta situación "al pensar que van a tener una vida mejor". Además, la vuelta puede ser muy dura por motivos culturales.

Por ese motivo, la mayoría habitan en centros solidarios, donde tienen la posibilidad de "recuperar el derecho a la educación, al juego o al sueño", enumeró.

"Allí pueden acceder a apoyo psicológico y médico, porque muchos tienen traumas por lo ocurrido. Por otro lado, algunas niñas están embarazadas o tienen enfermedades de transmisión sexual porque han sido violadas", contó.

Conforme crecen, también tienen la posibilidad "de estudiar un oficio, una carrera o de ser autónomos y conseguir la independencia", un proceso que Palacios ha captado con su cámara.

"La experiencia ha sido muy enriquecedora, porque he estado en contacto con más de cien niños e incluso he vivido con ellos durante cinco meses a lo largo de tres años", apuntó.

La fotógrafa confiesa que llegó a conocer casos "muy impactantes", pero también contactó con chavales "que llevaban años en la universidad o niños que tenían una vida reconstruida y habían recuperado su infancia".

Estos últimos casos son los que protagonizan la mayoría de sus fotografías, ya que ha tratado de huir "de lo sensacionalista o explícito", para tratar esta problemática "de manera más sutil".

"Son imágenes que transmiten más esperanza que dolor", añadió sobre esta serie de imágenes, con las que también espera poner el foco en este tema. "Son historias desconocidas porque no tienen interés mediático y la gente debe saber lo que está ocurriendo", aseveró Ana Palacios, que anima al público a conocer esta realidad a través de su exposición hasta el 31 de marzo.