Cultura

CINE E INCLUSIÓN

"Me llamo Gennet", cine por la dignidad inclusiva que se preestrena en Zaragoza

La película sobre la primera sordociega universitaria en Europa está dirigida por Miguel Ángel Tobías

"Me llamo Gennet", cine por la dignidad inclusiva que se preestrena en Zaragoza
"Me llamo Gennet", cine por la dignidad inclusiva que se preestrena en Zaragoza

HUESCA.- "Es un canto a la dignidad del ser humano, a la solidaridad, al espíritu de superación, es un homenaje a las madres, una película de mujeres. Y demuestra la fuerza y el poder del amor". Miguel Ángel Tobías, director, productor, guionista y actor, ha alumbrado "Me llamo Gennet", la película "maravillosa" sobre la vida de la primera sordociega titulada universitaria en Europa. Se preestrena este martes 19 en el Palafox en Zaragoza bajo el amparo de Fundación Telefónica.

Miguel Ángel Tobías quedó prendado hace seis años por la historia que leyó en un periódico sobre este hito que sucede al de Hellen Keller, la primera sordociega en el mundo en titularse, 115 años después nada menos. "Estamos ante un hito mundial, han tenido que pasar 115 años de la primera mujer del mundo a la primera de Europa. Y además me ha pasado una cosa tremenda, porque no somos capaces de concebir lo que es ser sordociego.

Cuando le hablo a la gente de la película, todos preguntan: ¿sordomuda? Y no, sordociega. Aceptamos, entendemos, asimilamos el concepto de no ver y de no oír, pero no somos capaces de asimilar los dos a la vez. Es el aislamiento absoluto, como si nos encerraran en una cápsula negra e insonorizada y vivir desde ese momento en esta situación toda nuestra vida. Y nosotros hemos visto y oído. Ahora, imaginemos que no, que sucede así desde que hemos nacido.

Esta es la historia épica, alucinante y brutal que cuenta la película Me llamo Gennet, donde desde que esta niña nace en África en medio de una hambruna, de padres pobres, pastores y nómadas, porque se dan cuenta de que con ellos se muere, acaban llevándola desesperados y con dolor del alma de padres a quinientos kilómetros y la entregan en una casa de acogida de la Madre Teresa de Calcuta en Addis Abeba".

En un relato apasionado, agrega Tobías que sobrevive "milagrosamente" en medio de un entorno prendido de muerte. Irrumpe la figura clave, la suegra del embajador español, impresionada por el horror y decidida, tras ver a la niña, a traerla a España.

Había ido para dos semanas y se quedó hasta conseguir su objetivo. A los 9 años, "sin haber recibido ningún estímulo intelectual", llega a España. "Los neuropsicólogos te explican que un niño que no ha recibido ningún estímulo intelectual de 0 a 9 años va a tener un desarrollo intelectual muy bajo porque no se han creado las conexiones neuronales desde su primer infancia. Esto, si es y oyes. Imagina, además, siendo sordociego.

Esta niña empieza un desarrollo y pasa por un proceso de educación, primero especial y luego entra en el Instituto donde es la única persona con discapacidad en clase. Hace la carrera en la Complutense y se convierte hace cinco años en la primera sordociega de la historia en Europa en conseguir un título universitario.

Hoy, es profesora de niños sordociegos y con parálisis cerebral en el centro más especializado de España, en Apascide en Sevilla. Completa un círculo virtuoso, desde que se le arranca de las garras de la muerte, es adoptada, entra en un proceso de educación especial, pasa a uno de educación inclusiva y ella misma ahora es profesora de un centro de educación especial".

Aclara que no es un documental, sino "una obra creativa, una belleza. Es una película de cine maravillosa y una belleza. Lo digo yo, director y productor, toda la prensa, los exhibidores y el público en la Seminci que aplaudió cinco minutos al acabar.

Pero, por supuesto, como creo que el cine es un motor muy potente para cambiar el mundo, se está contando una historia trascendente para que reflexionemos sobre la discapacidad en general, sobre la sordoceguera en particular y sobre nuestra propia vida, porque nos invita a reflexionar sobre las cosas a las que damos importancia, sobre lo que nos preocupa y no nos damos cuenta de que hay mil cosas superfluas, que nos hacen perder en nuestra vida mucho tiempo y esfuerzo con cosas que no merecen la pena y nos olvidamos de las que sí.

Es un canto a la dignidad del ser humano, a la solidaridad, al espíritu de superación, es un homenaje a las madres porque lo es a la madre de Gennet, que sacrificó su vida para que fuera lo que aquella niña hoy es. Es una película de mujeres en el mejor sentido de la palabra. Está Gennet, su primera maestra, sus asistentes... El 90 % de las personas alrededor de Gennet son mujeres. Y demuestra la fuerza y el poder del amor."

POCOS MEDIOS, MUCHO CORAZÓN Y AMOR

Da la impresión en la conversación de que Miguel Ángel Tobías todavía se asombra con los detalles. "Una particularidad mágica y maravillosa es que Gennet, la persona real, se interpreta a sí misma en la edad adulta. Por debajo de ella hay cinco actrices que son todas etíopes, huérfanas y adoptadas, como Gennet.

Le da a la película una dimensión de realidad brutal, porque incluso a las propias niñas pequeñas que están actuando, que gracias a Dios lógicamente no son sordociegas, hay gente que me pregunta por qué actúan tan bien. Han hecho un trabajo tan maravilloso que parecen sordociegas".

El hilo argumental arranca del fallecimiento de su madre adoptiva y la determinación de Gennet Corcuera de perpetuar el recuerdo a través de un diario que le sirve para perpetuar el diálogo. "Me interesaba cinematográficamente no hacerlo cronológicamente para ir generando en el espectador.

Hay varios momentos en que crees que ya está terminando la historia y de repente te sumerge en otra faceta de la realidad de ella. Esto lo hago de forma premeditada tres o cuatro veces y culmina de una maneara que no quiero desvelar para que la gente lo vea, pero es muy impactante y espectacular"

Junto a las intérpretes de Gennet, profesionales como Ángela Molina, Miki Molina y una imponente Miriam Díaz Aroca, "que borda el papel de madre desde los 55 años de edad con los que llegó a África hasta los 85 en que fallece. Hace un papel brillante de esa transformación, pasando por el alzhéimer". Ángela Molina hace de la primera maestra de Gennet, que le ha acompañado a lo largo de su vida.

Miki es el primer profesor de instituto. Y un actor etíope, Zewdu Mariam, ha sido un "descubrimiento alucinante" al nivel de los actores negros más brillantes de Hollywood. "Ha sido maravilloso, nos ha hecho llorar a todo el equipo". Y "un elenco de actores y actrices no conocidos y anecdóticamente es muy divertido porque yo mismo hago un pequeño papel, porque hago la broma de que no encontré un actor más barato que yo mismo para hacerlo y la base de la broma es que, durante el proceso de rodaje, apareció un elemento humano del que no sabíamos nada, que es el "padre Juan Nuñes", un ángel -como el ídolo Bob Geldof con sus conciertos para aliviar la hambruna hace 38 años- tan concentrado en la tarea de "salvar vidas" que no disponía de tiempo para ducharse, afeitarse o cortarse el pelo.

Hoy tiene 76 años y Miguel Ángel Tobías se caracterizó para acudir a su encuentro previamente para que le confirmara su aspecto. "Él me dio la bendición cuando me vio aparecer con ese aspecto e interpreté su personaje. Me dijo que era literalmente así. No había tiempo, ni agua, ni se duchaban ni podían perder el tiempo en afeitarse. "Mi aspecto de hace treinta años era éste que has decidido que tenías que tener", me aseguró".

El ejercicio de grandeza de los participantes es asombroso. "Todos de manera desinteresada. Hemos necesitado, claro, cubrir todos los gastos, los viajes.... Esta película está hecha con muy pocos medios, mucho corazón y muchísimo amor, y les agradezco profundamente a todos que, de una manera efectiva, está hecha de forma altruista. Me comprometí públicamente a que el 10 % de los beneficios sea en todo momento para Fasocide, la Federación de Asociaciones de Personas Sordociegas y el 100 % del beneficio del estreno en 150 salas".

Zaragoza es el punto de partida previo a la gira por quince ciudades, con el liderazgo de Fundación Telefónica. "Ha sido maravilloso contar con ellos porque coincide en valores, compromiso e intenciones con lo que la propia fundación hace en todo el mundo. Es un ejercicio de educación brutal y una demostración de cómo la educación es capaz de cambiar la vida de un ser humano, y Gennet es el máximo exponente, africana, pobreza, arrancada de la muerte y sordociega, y que acabe convirtiéndose en quien se ha convertido es el exponente de que, con la educación, se puede transformar el mundo y la Fundación Telefónica está en esto"

Hay otro gran esfuerzo que merece la honra del reconocimiento. Es Versión Digital, distribuidora de la película. "El dueño de la empresa vio el tráiler por Internet pese a que no nos conocíamos de nada. Puso la empresa a nuestro servicio y ha renunciado a su porcentaje de beneficio. Esto es tremendo. Me dijo que había visto todo lo que hago y que había que ayudarme. Me he gastado lo que tenía y lo que no tenía en hacerlo. Y me dijo: tenemos que conseguir que recuperes, ganes, porque estás dedicando tu vida a estos proyectos y queremos ayudarte".

Concluye Miguel Ángel Tobías que nos encontramos ante "la magia" de la ayuda y la cooperación. "La última pata sois los medios de comunicación. Somos todos eslabones de la misma cadena: yo he hecho la película, la Fundación Telefónica se suma y, de repente, dice que apoyan, colaboran y van a hacer que se sepa y se vea, y montamos una gira., Nos han llamado de Colombia, donde se han enterado, y sabemos que la película se verá en todo el mundo, y para esto es imprescindible el apoyo de la Fundación Telefónica".

"HISTORIAS PARA SER CONTADAS"

Miguel Ángel Tobías, creador de Españoles en el Mundo que produjo, dirigió y presentó durante quince años en los que gozó del favor de la audiencia para convertir el programa en líder, lidera la fundación "Historias que deben ser contadas". La creó porque sus amigos le convencieron de que su acción iniciada en el terremoto de Haití hace ocho años, con su compromiso de un audiovisual "social, solidario y benéfico cada año", será más sostenible.

Los cuatro primeros los financió él con su productora Acca Media, desde Sueños de Haití, y la fundación permite incorporar más voluntades. "Mi compromiso está demostrado". En la identificación de las causas, hay un objetivo: "Generar solidaridad y conciencia social, mover a la acción". De hecho, la del seísmo fue una obra vista en 150 países y en todas las cadenas de televisión españolas.

Director, productor, guionista y actor, llegó al mundo de la televisión como colaborador en temas de salud y nutrición en "Hoy en casa" en Telecinco, que dio paso a una fructífera carrera por otras televisiones e incluso por Bassat & Ogilvy para diseñar y elaborar un magacín diario sobre salud y mujer. Fundó en 2003 Acca Media para vincular cultura y entretenimiento, y esta luz dio vida a Españoles en el Mundo. También ha dirigido documentales y formatos televisivos de gran éxito, pero su compromiso humanístico le derivó hace ocho años hacia una línea hoy irrenunciable para él.

"Arranqué con estos proyectos sociales en Haití, cuyo terremoto estaba considerado por Naciones Unidas como la segunda catástrofe más grande de la historia de la humanidad. Era el infierno y estábamos allí rodando el documental entre gente que moría, con la intención de ayudar a las víctimas, porque, desde el principio, planteé que tenía que ser un proyecto cien por cien benéfico y que todo el dinero que se recaudara en el mundo tenía que ser para las víctimas.

Esto luego me ha hecho continuar con proyectos en campos de refugiados, con proyectos como "Gurba, la condena" o Rising Nepal, que rodé también después del terremoto de Nepal. Acabó de rodar uno que está por estrenar que se titula "El Guión de tu Vida", que cuenta la historia de 8 niñas y niños con vidas desestructuradas desde que nacieron y que sin embargo en un momento ha hecho en su cabeza algo clic y están haciendo cosas extraordinarias con 20 años.

Hice Efecto Ciudadano en TVE, un programa de once capítulos para poner en contacto gente que necesita ayuda y gente dispuesta a ayudar. Recibimos muchos premios y ha sido un proyecto cien por cien benéfico. Y esto lo único que me ha hecho cada vez que hago un proyecto que me reafirma y consolida mi compromiso es que tenemos una suerte, no nos la hemos ganado, de haber nacido en España, tener un plato de comida en la mesa, abrir un grifo y que salga agua, y pensamos que son cosas normales, cuando hay cientos de sitios en el planeta y miles de millones de personas en el planeta que para ellos esto no es normal.

Mientras tengamos la suerte de vivir en el lado amable del mundo, de la vida, tenemos la obligación, el deber absoluto de ayudar a las personas que están viviendo una situación más vulnerable que la nuestra. No nos olvidemos de algo muy importante: aunque fuera por egoísmo, cualquiera de nosotros en un momento de nuestra ida puede estar en una silla de ruedas, puede sufrir un accidente cardiovascular, puede ser sordociego, puede tener cualquier discapacidad, pero, si además tenemos suerte, todos acabaremos siendo dependientes y si vivimos muchos años acabaremos teniendo problemas de vista, oído, movilidad, y necesitaremos que haya personas que sean conscientes de que tenemos la misma dignidad en ese momento que cuando podíamos ver, oír o tenemos fuerza, y es muy importante que generemos esta conciencia en la sociedad.

Y todo este tipo de proyectos, incluido Me llamo Gennet, tiene este objetivo: que seamos conscientes del mundo en el que vivimos y de la responsabilidad como seres humanos con las personas que viven peor que nosotros".