Ramón Quintas presenta"Retórica Pincelada", la vida en torno a la poesía

HUESCA.- Un gran acto en torno a la literatura y la vida sirvió para presentar el poemario Retórica Pincelada de Ramón Quintas, el doctor que aúna belleza a través de la expresión lírica y de la ilustración con firma propia, para reivindicar que "un poema no es nada si nadie lo lee, y sin embargo vive cuando se ha leído".

En el Centro Cultural de Ibercaja en Huesca, con un nutrido público de compañeros de profesión, amigos y amantes de la literatura, Ramón Quintas estuvo acompañado del editor Luis Abril, de Libros Indie, la poetisa Carmen Aliaga y el director de DIARIO DEL ALTOARAGÓN, Javier García Antón. En el sentimiento de todos, también estaba presente el autor del prólogo, el magistral poeta , que no pudo acudir a la presentación como hubiera sido su deseo.

Luis Abril explicó la apuesta de esta editorial alojada en Cantabria por los autores noveles como es el caso de Ramón Quintas. Javier García Antón, por su parte, estimó que "el autor somete todo su despliegue de figuras literarias de transformación, repetición, omisión y posición a un concepto transgresor y lúdico. Vuelan metáforas que se maridan con retruécanos, anadiplosis topan con las elipsis, el hipérbaton se enamora de la anadiplosis mientras la epanadiplosis se pone celosa a la espera de su entrada en el terreno de juego lírico".

Carmen Aliaga, autora de tres poemarios y fundadora de la Asociación Literaria Rey Fernando de Aragón, consideró que existe un triángulo metafórico imprescindible entre el escritor, el lector y la obra. Puso color a Retórica Pincelada, el verde, "porque la esperanza gana el terreno a lo amargo, doloroso y agridulce". Valoró los guiños y el humor en torno incluso a la profesión del autor, la ternura en torno a la mujer y a la niñez, la paternidad, y esa "disección de los sentimientos con el bisturí de la poesía" en retratos pictóricos y líricos.

"LA POESÍA COMO PLACE"

Ramón Quintas, que realizó una original presentación que concluyó con el Dance de Espadas de San Lorenzo, recorrió la historia de este género desde Diatima de Mantinea, para sentenciar que "cada uno entiende la poesía como le place". Agregó que "un poema no es nada si nadie la lee y vive cuando se ha leído".

Aunque reconoció su afición a la pintura, añadió que la poesía viaja desnuda hasta que le ponen adornos, con la música, la recitación, el dibujo y la pintura, el teatro y el cine o la videopoesía. Quiso detenerse en algunos de los poemas de Retórica Pincelada, y singularmente en el homenaje a Antonio Viñuales, que acompañó con música para sentenciar con un "¡hasta pronto, amigo!".