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Flamenco en estado puro en el santuario de Magallón

Teatro de Robres estrena este fin de semana su nuevo montaje, "El ídolo"

Flamenco en estado puro en el santuario de Magallón
Flamenco en estado puro en el santuario de Magallón
S.E.

SARIÑENA/HUESCA.- La historia del cantador Miguel Pantalón es el nuevo reto al que se enfrenta el Teatro de Robres, que estrena este fin de semana en el santuario de Nuestra Señora de Magallón, en Leciñena, El ídolo, una adaptación del relato breve de Fernando Quiñones, El testigo, protagonizada por Fernando Atienza y dirigida por Luis Casáus.

En esa constante búsqueda de nuevos registros y formas de hacer y presentar sus propuestas, el Teatro de Robres se adentra en "un mundo aparentemente lejano y desconocido para nosotros: el flamenco". Para ello, la sala Magallón del santuario se convertirá hoy, en sesiones de 18:00 22:00 horas, y mañana domingo, a las 12:00 y 18:00 horas, en una taberna flamenca en la que se podrá disfrutar de su nueva producción en pequeño formato.

Fernando Atienza es el "Brujo" del Teatro de Robres y el encargado de recordar a su íntimo amigo Miguel Pantalón, famoso cantaor y compañero de tabernas y juergas que acaba de fallecer.

Atienza, "un andaluz que lleva sangre flamenca en las venas", como dice Luis Casáus, es un gaditano nacido en Algeciras, que se pone en la piel de Juan, amigo de Pantalón, para desgranar las verdades y mentiras, las penurias y alegrías que compartió con él, y todo ello con el guitarrista José Bellosta, "que da al montaje ese toque de calidad y distinción que lo hace más grande", apunta el director del Teatro de Robres.

Fernando Quiñones, poeta gaditano fallecido en 1998, era un enamorado de su tierra y del flamenco y en El testigo, homenajea al género "reuniendo todos los tics de los más grandes. Esas "espantás", ese cantar bien un día y medio regular cuarenta, ese andar mal tirando, pidiendo dinero... El texto de Quiñones borda ese homenaje, y la interpretación de Fernando Atienza consigue, con su capacidad gestual, su facilidad para jugar con el cuerpo, su cara y su voz, acercarlo al público de una forma muy divertida", asegura Casáus.

Atienza, por su parte, confirma que el director ha sabido dar a El ídolo "la fuerza y la magia que este montaje necesita. Es una oda al flamenco, a mi tierra, Cádiz, y que vamos a estrenar en el santuario de Magallón, lugar emblemático de Monegros y con un significado especial para el Teatro de Robres ya que ha sido escenario de sus grandes estrenos monumentales".

Fernando Atienza se incorporó hace seis años a esta compañía, "que me ofreció la grandísima oportunidad de formar parte, no solo del grupo de teatro, sino de su historia, sus componentes, y sus más de 30 años llenando de arte y buen hacer los escenarios de toda España".

Reconoce que para él formar parte del Teatro de Robres era "un reto y una responsabilidad", que le ha servido "para crecer como artista y como persona", y se lanza, una vez más, "a honrar este bello y noble arte con las mismas ganas y pasión que el primer día", y lo hace con un montaje que, como dice Luis Casáus, es algo nuevo, "un experimento que esperamos sea del agrado del público". ¡Va por ustedes!